De corta vida, precaria salud y escasa fortuna, José Carlos Mariátegui (1894-1930) influyó en el pensamiento social del siglo XX y legó a las futuras generaciones latinoamericanas sabios consejos para interpretar la realidad y transformarla.
Entró a los 14 años al mundo de las letras como ayudante en los talleres de un diario y pocos años después escribió sus primeros artículos, hasta convertirse en célebre personaje, trayectoria solo interrumpida por su prematura muerte a consecuencia de un accidente en una pierna, sufrido en la niñez.
Mariátegui, de formación autodidacta, se destacó como periodista, literato, político, pensador, ensayista y socialista peruano, pero su mayor mérito radica en haber abrazado los estudios científicos sociales de forma integral, a partir del marxismo, con ojos de sus tierras de indios, pobres y marginados.
Su pensamiento influye a través del tiempo en los movimientos progresistas y revolucionarios de este continente, en especial en los estudiantes, y en los actuales procesos que viven los pueblos al sur del río Bravo. Colaboró en distintos periódicos y revistas, y fundó la suya (Amauta,1926), que en quechua significa sabio o maestro, condición que lo distingue a su vez por su genialidad.
Su obra principal, publicada en Lima en 1928, Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, apareció antes en revistas; y tuvo numerosas reediciones y traducciones a diversos idiomas durante más de 80 años. Nada escapa a su aguda pupila acerca de la economía colonial y las bases económicas de la República, abordadas en el caso peruano con universalidad aplicable a otros.
Así vemos sus rubros principales, entre ellos agrario y latifundismo feudal, los problemas del indio y la tierra, la gran propiedad y el poder político, el régimen de trabajo, servidumbre y salariado, así como la cultura. Estudia el proceso de la instrucción pública, la herencia colonial y la influencia francesa y norteamericana, la reforma universitaria, el factor religioso, la conquista católica, la independencia y la iglesia, el regionalismo y el centralismo.
"La nueva peruanidad es una cosa por crear. Su cimiento histórico tiene que ser indígena," afirma. A Siete Ensayos antecedió La escena contemporánea (Lima, 1925), compilación de ensayos y artículos periodísticos sobre la política mundial, entre los que denuncia el surgimiento del fascismo como fenómeno internacional y no una excepción italiana.
Dedicó este libro "...a los hombres nuevos, a los hombres jóvenes de la América indo-íbera", el cual no tiene más valor que el de ser un documento leal del espíritu y la sensibilidad de su generación, según expresó en el prólogo.
Póstumamente fueron publicadas sus obras inéditas: El alma matinal y Defensa del marxismo (en la década de los 50), y otras compilaciones de sus textos dispersos en artículos, conferencias, ensayos y una novela breve. Casi una veintena de volúmenes integran sus obras completas, incluidos Poemas a Mariátegui (compilación con prólogo de Pablo Neruda), biografías del autor y otros estudios.
Desde su obra, el gran Amauta se levanta para situarse eternamente en la cumbre de Nuestra América debido a sus originales enfoques del pasado y de la sociedad de entonces, como si tocara en las llagas que debe sanar el socialismo del siglo XXI.
Es que conserva vigencia su famosa sentencia: "No queremos ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser una creación heroica". "Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He ahí una misión digna de una generación nueva".
* Historiadora, periodista y colaboradora de Prensa Latina.
Nota publicada en Bolpress