Ganó España

Las crisis económicas, el olvido de las minorías y la mala distribución de la riqueza hacen que resurjan atávicos nacionalismos o retorcidos separatismos.

Así un presidente regional de Puno (Perú) le dio la locura y quiso independizar su comarca para formar un gobierno aymara. La pobreza y la ausencia del Estado fueron calvo de cultivo.

Por ahí leemos que luego del triunfo de Obama, un grupo de texanos desempolvó un lote de 100 mil firmas para iniciar el pedido de referéndum para la secesión y hasta el actor Chuck Norris señala que quiere “ser presidente de un Texas independiente”. Este Estado fue república independiente entre 1836 y 1845 antes de incorporarse a Estados Unidos.

“España es Cataluña y Cataluña es España” resonó fuerte en las elecciones en esa comunidad. El presidente Artur Mas, si bien ganó los comicios y obtuvo 50 parlamentarios (en un Congreso de 135 escaños) no logró la mayoría absoluta para continuar con su delirio de organizar un referéndum de autodeterminación. Los catalanes continuarán evocando: “Cataluña es mi tierra, España es mi país y Europa es mi futuro”, ya que no se veían fuera de la Unión Europea.

Los Estados o regiones ricos deben ser solidarios y no hay crisis que valga para separarse. Cataluña es la región más rica de España, pero también la más endeudada. Sus líderes deben comprender que para vencer los avatares de la crisis se necesita una España unida y fuerte. Parafraseando a Chamfort, no cabe incendiar España para freír un huevo.

(*) Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera. Analista internacional.

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 28 de noviembre de 2012