¿Por qué no inventar la rueda?

El moderador del Foro Tacna 2029 se esmeraba muy seriamente en recordar a los participantes que, habiendo tantas cosas ya conocidas y dichas, los organizadores del evento en marcha pretendían conseguir los más claros consensos respecto del desarrollo de Tacna al advenimiento del primer Centenario de su reincorporación, el año 2029. La recomendación era: “no inventemos la rueda”.

Inevitablemente, en las seis exposiciones de aquella tarde, algunas apreciaciones diagnósticas fueron dándose para fundamentar las propuestas de los ponentes. Era muy difícil esperar propuestas realmente novedosas, en especial cuando no había una agenda temática definida que, sin duda, se generará a partir de este primer panel. Por tanto hubo énfasis, muchas veces coincidentes, sobre la importancia de la ubicación geoestratégica de Tacna, el mejoramiento de la competitividad por la educación, la necesidad de la interconexión vial y ferroviaria, la carencia de un puerto propio, el grave problema de los recursos hídricos y energéticos, la conveniencia de la inversión privada, la demanda de mayores recursos vía la descentralización y la posible reconversión de la ZofraTacna. Tal vez haya que agregar algún rubro adicional.

Más allá de las formalizaciones técnicas que la planificación exige, ojalá pueda pronto irse encauzando un asertivo orden de verdaderas necesidades, claras prioridades y costos con financiamiento. Alguien dijo aquella tarde que, en el ejercicio empresarial moderno había surgido la necesidad de “desaprender”, que yo conocía como “olvidar”. Capaz se debiera aplicar esta lección para encarar las muchas necesidades que creemos tener en Tacna y, si no olvidar, por lo menos sepamos REEMPLAZAR.

Afortunadamente el respaldo que una buena educación merece no está en discusión. Por tanto me permito insistir en la necesidad de, entendiendo la educación como un hecho integral, detenerse en la reflexión sobre la IDENTIDAD y en una clara percepción del ENTORNO. En el primero se encuentra la historia y su acendrada presencia en Tacna, pero también la tensión social, derivada de la migración de las últimas décadas. En el entorno está el tiempo y el mundo en que vivimos, signados –nos guste o no- por la globalización, la revolución tecnocientífica, el riesgo ambiental y los movimientos poblacionales.

El hito del 2029 se instala en una prospectiva que este Foro –al parecer permanente- desea examinar para tener una verdadera “hoja de ruta” para el desarrollo de la frontera sur del Perú, desde el eje tacneño. Podemos estar frente a una oportunidad propicia para “ensayar” los escenarios posibles de nuestro caminar. Capaz todo lo que sabemos y hemos vuelto a repetir es, apenas, una de las posibilidades que tenemos, sin confundir lo que “es posible” con lo que “nos gustaría” que fuera posible. Pero hay un margen para todo aquello que todavía no se ha pensado; que desde un punto de partida probadamente cierto, se proponga examinar otras posibilidades de seguro más audaces que lo dicho y escuchado.

Por eso –creo- debiera convocarse, en una especie de “think tank”, a los jóvenes estudiantes más destacados, probadamente talentosos, para darles el encargo de pensar y proponer lo que, desde su mirada seguramente distinta, les parezca razonablemente factible. No olvidemos que Bill Gates y Mark Zuckerberg tenían 20 años cuando crearon, respectivamente, “Microsoft” y “facebook”.

Por eso pienso que, a lo mejor, hay que “inventar la rueda”. Otra rueda.