El Amor es nuestro alimento más básico, lo que da sentido a nuestra existencia y más aún, ES LA FUERZA QUE NOS PROVEE LA EXISTENCIA. Cada uno de nosotros es Amor en sí mismo. Dicho de otro modo: Gracias al Amor estamos vivos.
Cuando hablamos de “Aprender a Amar” en realidad estamos refiriéndonos al proceso de sanar los engaños en los que crecimos y creemos, para llegar a la comprensión más alta de quién realmente somos.
Aprender a Amar es liberarse del dolor de las antiguas experiencias, que han tejido en la mente una maraña de compleja confusión, negatividad y temor. A veces generamos tanta distorsión que quedamos atrapados en esto. No logramos concebir que la vida sea algo de lo que podamos obtener dicha. Al negar nuestra Esencia olvidamos también nuestro Propósito: no recordamos que hemos venido al mundo como a una escuela, y que tenemos todo lo que nos hace falta para aprender, que el proceso de aprendizaje comprende el error, por lo tanto, el miedo, la culpa, dejan de tener lugar. EL ERROR NO ES ALGO POR LO QUE DESVALORIZARSE O SENTIRSE MAL, SINO UNA OPORTUNIDAD PARA CRECER.
Como seres humanos, hemos olvidado nuestra importancia. Desconectados de nuestro centro de Pureza y Verdad, crecemos creyendo que somos lo que no somos.
Nos menospreciamos, nos maltratamos, nos adormecemos, nos suicidamos. Desperdiciamos nuestras vidas en rutinas vanas, en vicios, en relaciones inútiles. Hacemos daño a otros sin darnos cuenta de que en realidad, nos lo hacemos a nosotros mismos. Por eso se dice que la humanidad debe “Aprender a Amar”. Creo que en realidad, sería RECORDARLO.
Todos nacemos sabiendo AMAR. El AMOR es lo que somos en Esencia.
Pero… ¿Qué ocurre luego?
Ocurre… que fabricamos “apariencias”.
Apariencias para ser queridos, aceptados, aprobados. Apariencias para “ser alguien”, para sentirnos poderosos, para no ser vulnerables.
Esas apariencias se alzan a nuestro alrededor como los barrotes de nuestra propia cárcel. Y ocurre que un día, cansados de fingir, cansados de “intentar ser”, cansados de esforzarnos, queremos simplemente entregarnos y SENTIR AMOR. Y nos resulta difícil. Y nos da miedo. Y creemos que AMAR puede hacernos daño. Que no merecemos el verdadero Amor. Que no es para nosotros eso de “ser felices”. Más aun! Creemos que no merecemos lo bueno!!! Que aquello que soñamos es “demasiado fantástico para ser cierto”. Que lo que queremos hacer es “demasiado” para la “poca cosa” que creemos que somos.
Ahora bien… ¿Cómo solucionamos esto?
Simplemente, desaprendiendo lo aprendido. Aprendiendo a volver a ser lo que éramos antes de las apariencias. RECORDANDO.
Recordando cuando éramos pequeños. Contemplándonos con Amor, abrazándonos. Dándonos alabanzas, aprobación; el gesto de reconocimiento y cariño que tal vez en ese entonces no recibimos, DANDONOS TODO LO BUENO.
Darnos lo bueno implica por supuesto, comenzar a hacer caso a nuestro corazón, buscando aquello que nos atrae, nos gusta, nos llama… más allá de los mandatos familiares, culturales y sociales.
¿Quieres pintar cuadros? ¡Pues hazlo!
¿Quieres dejarte las canas? ¡Pues date permiso!
¿Quieres decir unas cuantas verdades? Es tu Ser el que está hablando!
Darnos lo bueno es comenzar a ser AUTENTICOS.
Aprender a Amar es cambiar nuestros pensamientos, costumbres, palabras, acciones, por otros elegidos con el corazón, comenzar a vivir de un modo más acorde a nuestra naturaleza, creyendo en nuestro camino y dando un cause al cumplimiento de nuestros sueños, pues a través de ellos es que se expresa el deseo más íntimo del Ser que realmente somos, el Propósito más profundo de nuestra Esencia: NUESTRA RAZON DE SER EN EL MUNDO.
Cuando comenzamos a vivir de esta manera, la vida, TODO, se llena de sentido… y no podemos otra cosa que sentirnos felices, vibrantes, plenos, dichosos! Porque SOMOS AMOR, y cuando decidimos ACEPTAR ESA VERDAD, el Amor nos llena de un modo que ninguna relación humana podrá emular jamás. Y no estamos solos, sino unidos y conectados a todas las personas de un modo mucho más íntimo, porque ya no estamos esperando que nos quieran o nos aprueben, sino simplemente AMANDOLAS, VIVIENDO EL AMOR! porque el Amor que generamos dentro es expansivo.
Mientras más Amor nos damos, más crecemos. Mientras más Amor nos damos, más elevamos nuestra vibración y ascendemos nuestra Conciencia. Esa es la única tarea, la más importante misión que tenemos como Humanos en la Tierra: crecer y superarnos, RECONOCIENDO Y HONRANDO NUESTRA ESENCIA, QUE ES AMOR Y PUREZA, siguiendo lo que realmente QUEREMOS para nosotros, sintiendo que LO MERECEMOS, porque somos “Hijos de Dios”, Seres de Luz que hemos olvidado nuestra naturaleza, y debemos “aprender” que Amarnos es recordarla.
Luciana Cámpora, autora
www.lucianacampora.com
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