Los chicos del Ministerio de Economía, dueños de nuestra plata, no quieren pagar deudas ajenas. Tampoco las propias. Toman dinero ajeno como el de los fonavistas para efectuar otros gastos. ¿Malversación? Hoy día los fonavistas acuden una vez más a Palacio de Gobierno, realizarán una vigilia en los exteriores, pidiendo al presidente –que otrora Ollanta ordenara al MEF se les pague y no pasó nada– pidiendo, digo, garantías correctivas para la devolución de los aportes en dinero que les descontaron por planilla a miles de trabajadores públicos y privados al Fonavi, cuando eran jóvenes, desde el año de su creación en 1979 y hasta 1998, año de su liquidación.
Ni un ladrillo dio aquel y demás gobiernos sucesorios. Tampoco cumplen la ley 29625 que obtuvo la Asociación de Fonavistas, que fue aprobada por más de nueve millones de peruanos en el Referéndum Nacional del 03 de octubre de 2010. Como se sabe, los funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) y la Oficina Nacional Previsional (ONP) ante la Comisión Ad Hoc, vienen dilatando la devolución de los descuentos hechos otrora porque hay la intención de olvidarse de pagar y tirar perro muerto o echarle tierrita a los dineros tomados de los aportantes, y hoy, es una deuda que no devuelven.
Mal pagador es el Estado y abusivo para cobrar. O estafa, más propiamente hablando (mal ejemplo dan a las generaciones que en respuesta evaden el pago al seguro social perjudicando la organización colectiva) porque pasado un tiempo desde 1979 nos contaron el cuento que estos descuentos eran los ahorros de los jóvenes trabajadores y servidores que aspiraron el sueño de la casa propia.
Hoy niegan eso, dicen que fueron donaciones generosas de ricachos empleados públicos y de la empresa privada algo antes que se desatara la corrupción. El daño lo hizo Don Alberto Fujimori quien tomó con uñas montesinistas esos dineros fonavistas para hacer sus obras a costa de estos pobres descontados a los que reventó porque hasta hoy que no tienen techo, ni un ladrillo siquiera, y a su manera, no devuelven nada y contra la malía de perro chino, Castilla debe pagar.
El hoy Colegio de Abogados del Callao, al parecer según indica la Asociación Fonavista, se trata de una organización corrupta, irregular, impopular y apócrifa nada semejante al Colegio de Abogados de Lima y del Perú –que dicho sea de paso, debieran pronunciarse al respecto– fue pagada para bocharse el pago fonavista.
Esta maniobra de la mafia habría sido la causante de empantanar todo, sin que medie vela en este entierro, y de torpedear a la justicia al haberse opuesto ilegalmente a que el Estado devuelva el dinero mal tomado de aquellas gentes, que se usó en fines electorales, sin respeto, esto es malversando fondos que tomó sin conocimiento ni consentimiento de los aportantes descontados obligatoriamente por medio de una ley.
Nota publicada en larazon.pe