Joven despierta el pánico tras disparar en un centro médico en Uruguay

Hoy se dio a conocer que un joven de 18 años causó pánico en Uruguay tras disparar seis veces sin causar víctimas, supuestamente imitando al autor de la masacre del viernes pasado en una escuela de Newtown (EEUU), informaron los medios latinoamericanos. 

El hecho ocurrió en un centro médico ubicado en la ciudad de Paysandú (noroeste de Montevideo) y el atacante, hijo único de una familia de la localidad, también se supo que el joven cursaba estudios en la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU, centro de formación profesional) y era un “buen estudiante”, según el Obsebador de Uruguay.

Un policía retirado que se encontraba casualmente en el lugar narró que escuchó las detonaciones procedentes del baño del sector de pediatría y asomó su cabeza hacia el interior, ya que pensó que se trataba de un suicidio.

En ese momento, el joven, que estaba encapuchado, le disparó y la bala pasó cerca de su cabeza. “Hay un encapuchado con un arma”, le gritó el policía a otro que estaba cerca del baño.

“El hombre que se había asomado salió corriendo y, antes de que yo pudiera reaccionar, me encontré frente a frente, a una distancia de tres metros con un individuo, con capucha y mochila, que había salido del baño y me encañonaba directamente con un revólver” describió el testigo. Luego le dio la espalda y comenzó a correr, mientras escuchaba que el desconocido le disparaba.

“Fue un momento cuántico, cuando se detiene el tiempo, había muchas personas, incluso con bebés pequeños; solo atiné a empujar gente hacia dentro de los consultorios, ya que nadie reaccionaba, debido a lo disparatado de la situación”, describió el policía retirado.

Luego, efectivos de Policía llegaron al lugar y redujeron al joven, quien tenía un revolver calibre 22, un par de guantes de lana y una mochila en la que había una antigua disquetera de computadora envuelta en su cinta de datos conectada a un desodorante envuelto en papel.

Ya en la comisaría, el  detenido manifestó que había salido de su casa con la intención de matar gente, motivado por la matanza ocurrida el día anterior en Estados Unidos, aunque lo había planeado hacía más tiempo.

El joven también dijo a los policías que Bin Laden estaba vivo y que él estaba dispuesto a seguir sus “enseñanzas”.

En la Justicia se determinó que sea examinado por una psiquiatra forense, quien solicitó que fuera internado en una clínica privada por su estado depresivo.