A pesar de la política, el 2012 ha sido un año extraordinario para los peruanos, en particular para los pobres. El avance de la economía ha hecho justicia con ellos al brindarles las oportunidades que necesitan para lograr la prosperidad de sus familias.
Este año hemos visto, por ejemplo, que miles de peruanos que emigraron en busca de un futuro económico a otros países están retornando atraídos por las nuevas oportunidades. Y los jóvenes que planean hoy viajar al exterior tienen otras miras: estudiar o capacitarse y regresar después.
También hemos visto la consolidación de una nueva clase media emprendedora, que se vislumbra como la semilla de una futura clase política inmune al clientelismo partidista y al populismo. En la historia de las naciones los grandes líderes casi siempre han surgido de ese segmento social.
Hemos presenciado también un crecimiento espectacular de la capacidad adquisitiva de los peruanos y un retroceso de la pobreza impresionante (50% en unos años). Este fenómeno nos conmueve y nos llena de fe a quienes vivimos aquellas décadas terribles de los 70 y 80, signadas por la pobreza, la violencia, la corrupción y la desesperanza.
El presidente del BCR, Julio Velarde, ha declarado algo muy importante: en el 2012 el crecimiento económico se sustentó principalmente en el consumo y la inversión, lo cual es un salto cualitativo, pues en los años anteriores se basó en las exportaciones.
Las cifras del consumo lo respaldan: los centros comerciales venderán este año US$ 5.200 millones (mil más que en el 2011), las empresas automotrices venderán unos 185.000 vehículos (en el 2005 vendieron 25.000) y los ahorros en el sistema financiero crecieron en S/.33.000 millones, llegando a S/. 252.445 millones.
Otros datos clave: los peruanos destinan hoy en promedio el 38% de su presupuesto familiar a sus alimentos, en el 2001 gastaban el 58%. En el 2001 destinaban solo 6% de sus ingresos al esparcimiento y la enseñanza de sus hijos, hoy destinan el 15%. Por eso cerca de un millón de escolares han migrado de escuelas públicas a privadas.
Como colofón, en esta Navidad el 73% de los peruanos compraremos regalos para nuestros seres queridos, según un estudio de la consultora Wakefield Research.
Este bienestar jamás hubiese sido posible si no se hubiesen ejecutado las reformas que instituyeron la economía de mercado que ha traído las inversiones que hoy generan empleo, prosperidad y ha abierto los mercados del mundo a los productos de nuestros campesinos y pequeños empresarios.
Qué triste e injusto que el hombre que se atrevió a hacer aquellas reformas estructurales, que puso los cimientos del crecimiento y del bienestar actual de nuestro pueblo, esté hoy privado de la libertad, a pesar de su avanzada edad y estar afectado por el cáncer. Sería un acto de humanidad y justicia que el presidente Ollanta Humala le otorgara el indulto en esta Navidad. Si lo hace, el 2012 pasará a la historia como el año de la reconciliación de los peruanos.