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Martes 25 de diciembre 2012

Perú y Chile, vecinos por obligación

Por: Valentín Gazzani Boaworth
Perú y Chile, vecinos por obligación
Foto: tecmez.com

NB1. El destino quiso que seamos vecinos de Chile por obligación, aunque no somos amigos de barrio. Es en interés también del Perú que seamos socios en la “Alianza del Pacífico” con Colombia y México para llegar con más fuerza a los mercados del Pacífico y alcanzar la meta de ser del primer mundo.

Pero la altanería prusiana de algunos chilenos puede llevarnos por el camino de la confrontación. Si este fuera el caso, Dios no lo quiera, el territorio peruano se vería inundado por tropa y equipo militar cubano, iraní, ruso, chino, etc. El más perjudicado sería EE.UU., pues con el Perú, en complicidad con naciones adversas, quedarían aislados Chile y Colombia y, por ende, habría perdido Sudamérica.

(Para los jóvenes: Prusia fue un pequeño país del noreste alemán que se convirtió en el eje de la unificación de los principados y condados para conformar la gran Alemania (1850-1860). En casi 100 años invadió 3 veces a Francia (1870, 1914 y 1940). Desapareció de la historia cuando los aliados la derrotaron junto con los nazis en 1945. Hoy Francia y Alemania son socios políticos y lideran la Unión Europea. Ambos países mantienen Fuerzas Armadas de primer nivel).

Debemos recordar que Chile es producto o creación política de Inglaterra que luego de perder su gran colonia americana (hoy EE.UU.) atacó las posesiones de su rival hemisférica, España, ocupando Buenos Aires. Desembarcaron un contingente al mando de Lord Cochrane, pero fueron derrotados por el virrey franco-catalán Liniers (1806). Buscaron flancos más débiles, propiciando la creación de la logia Lautaro, que financiaría las expediciones de San Martín y Bolívar.

El origen occidental de Chile más remoto se dio con el socio de Pizarro, Diego de Almagro, enviado desde Lima, quien regresó colérico de esas “tierras inhóspitas de salvajes”, donde no había ningún imperio inca como lo prometió Pizarro. Regresó al Cusco, tomó la ciudad en venganza, pero fue derrotado en Salinas y decapitado.

Poco después, Lima envió a Pedro de Valdivia, el fundador de Santiago, mejor armado y equipado. Debió absorber derrotas en Tucapel (1553) y Marigueñu (1554) a manos del jefe araucano Lautaro y de Caupolicán, “toqui” luego derrotado, torturado y empalado (como Lautaro) por Villagrán (1558).

Por 300 años Chile fue faro avizor del gobierno de Lima de los buques que cruzaban el estrecho de Magallanes hasta que Inglaterra lo prohijó, colaborando primero con su independencia para luego convertirlo en Nación a su imagen y semejanza. Mal harían hoy los chilenos si tratasen de armar influencias en La Haya por fuera del litigio.

NB2. Como a su padre el marqués español, a Vargas Llosa junior le salió la soberbia y el rencor. No se le puede tildar de traidor a la patria porque es ciudadano extranjero. Además, su actitud y sus dichos hacen ver que sufre de algún trastorno tipo catalepsia, solo que mental.

Eso sí, nos permite afirmar que algo hemos ganado: cuando de política versan la palabra del padre y del hijo se convierte en anatema en el Perú. Por lo demás, junior opina en función de victoria o derrota donde no las hay, pues se trata del cierre definitivo de la frontera Perú-Chile.

Nota publicada en larazon.pe

TAGS: Perú, Chile, La Haya
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