Aunque parezca mentira eso es precisamente lo que la NRA (National Rifle Association de los Estados Unidos) ha propuesto a raíz de la matanza de 26 personas ocurrida en el otrora pacífico pueblo de Newtown. Su vicepresidente en una conferencia de prensa dijo textualmente: “Frente a un mal hombre con un arma de fuego no hay nada mejor que un buen hombre con otra arma de fuego listo para matarlo”. El presidente de dicha asociación ratificó tales declaraciones, ofreciendo al gobierno la asesoría y el apoyo de la NRA para que en cada escuela del país haya un guardia armado dispuesto a matar a cualquier persona sospechosa.
En otras palabras la NRA ha sugerido crear una legión de particulares armados hasta los dientes para disuadir a cualquier sospechoso de una eventual acción criminal. Eso significa sustituir a la autoridad legítima, fuere la policia local, estatal y/o federal por civiles armados, encargados de reprimir y castigar a cualquiera que pueda cometer un crimen. Se trata en realidad de una acción preventiva individual que sustituya al Estado en su función de mantener el orden público, lo que de alguna forma ya existe no solo en los Estados Unidos sino en otros países del mundo, incluido el Perú, a través de los servicios de policía particular para proteger edificios e instalaciones públicas y privadas que pudieren ser objeto de ataques de terceros, sean terroristas, dementes o asesinos en serie.
La novedad de la propuesta no incide tanto en la necesidad de proteger a los ciudadanos pacíficos, con mayor razón cuando se trata de niños indefensos acompañados de profesores que obviamente han sido entrenados para enseñar y no para matar, sino en la pretensión de generalizar la violencia individual mediante el uso de armas de fuego en sitios totalmente impensados, como podrían ser las escuelas y con gran despliegue de armamento que incremente las ventas de equipos bélicos con sus respectivas municiones en los Estados Unidos y de paso a México, Centroamérica y quizás Canadá. En otras palabras el mundo ideal para la NRA, otorgando al individuo una licencia para matar con un arma proporcionada por las empresas fabricantes integrantes de la NRA.
¿Y cuál es el fundamento jurídico de esta posición? Nada menos que la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, vigente desde 1787, que a la letra dice: “En consideración a que una milicia resulta necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho de la población a poseer y portar armas no será restringido”. Esta enmienda es interpretada por la NRA como un derecho absoluto del individuo de tener las armas que libremente pueda comprar en el mercado, sin más requisito que el de identificarse con el documernto que tenga a la mano. Frente a ese absurdo argumento ha surgido en los Estados Unidos una corriente de opinión liderada por el presidente Barack Obama, para establecer controles en las ventas de armas excluyendo a las fueren de asalto para enfrentamiento entre ejércitos. ¿Cuál de las corrientes prevalecerá? Está por verse todavía porque la NRA es sin duda el lobby más fuerte de los Estados Unidos (Con información del diario Expreso).