Movidas y evitar inmovilismo pascual exige el manual

César Gutiérrez, autor de estas líneas

En mi artículo de ayer daba cuenta de los relevos en diversos cargos institucionales del sector energético: Viceministerio de Energía y Perupetro que ya se produjeron y otro en camino, como es el caso de Petroperú; que por las implicancias que revisten, los intereses en juego y las pasiones que generan, se hacen en estas fechas; cuando el ciudadano de a pie está pensando en los presentes navideños, los congresistas en conseguir “sponsors” para hacer regalos proselitistas y seguidores de la coyuntura política que también suelen estar distraídos con el jaleo
pascual. Sin embargo, los manuales del burócrata prolijo señalan que los cambios de personas no bastan, sino que hay que tomar acciones para llegar al objetivo deseado.

El tema más espinoso que tiene en la gaveta de entrada el Ministro del sector, Jorge Merino, es la paralización del proyecto de Modernización de Refinería Talara. En esta ciudad la administración Campodónico, con anuencia de su directorio en pleno, generaron una irresponsable expectativa de inicio de obras en el corto plazo y los agentes económicos de la zona están a la espera hace más de nueve meses que el anuncio se convierta en realidad. Sin embargo lo único que hay es una decisión ministerial, que según mi punta de vista es técnicamente correcta, de hacer un alto hasta estar convencidos que vale la pena y haya capacidad estatal para un endeudamiento en un emprendimiento que está valorizado en 3,400 millones de dólares.

El titular de Energía y Minas ha dicho que va revisar el tema en los próximos noventa días, lo cual suena razonable, pero que no es una apreciación correcta, pues para la tarea autoimpuesta, su sector no tiene especialistas que le permitan disponer de insumos para una toma de decisiones. Tendrá que contratarlos, luego entregarles el expediente que no es nada fácil de revisar por su alta complejidad técnica de ingeniería de procesos y constructivos, así como de economía de la refinación de petróleo. Haciendo un pronóstico de tiempo, pasarán no menos de seis meses para decidir. Tiene que tomar atajos, porque la calle se le va desbordar en un norte convulso, hay que recordar los problemas sociales vividos este año en el lugar, donde se ha contado hasta con muertos en las refriegas en Paita y Sechura con los pesqueros artesanales.

Lo que corresponde es actuar rápidamente en tres frentes: el relevo, el nuevo escenario del mercado de refinación nacional y las decisiones constructoras.

El primero, el relevo, lo aconsejable es hacerlo del directorio en su totalidad de la petrolera estatal, que ha perdido 17 meses sin que haya tenido avances concretos en el proyecto, asegurándose que en el ínterin no se tomen decisiones que compliquen más aun las aspiraciones de los talareños. Reitero hay demasiados rumores de destapes periodísticos de
viajes por decir lo menos, inapropiados, a la península ibérica de directivos y funcionarios, que pueden ser motivo de una hecatombe.

El segundo, decidir cómo actuará el gobierno ante la puesta a la venta de la Refinería La Pampilla, de propiedad de la venida a menos, Repsol. Es claro que no hay compradores a la vista, es una operación demasiado riesgosa el adquirir una refinera que tiene que traer el crudo desde la costa occidental de África para la operación, donde el número de días de transporte es de cerca de 40, debiendo tomarse toda la exposición de las fluctuaciones de las cotizaciones volátiles, principalmente de los descensos de precios.

Tercero, en base a los dos puntos anteriores decidir el esquema más conveniente para los intereses estatales. Lo aconsejable puede ir desde hacer varios “outsourcing” de procesos refineros, como la desulfurización; de los servicios auxiliares como suministro de agua, vapor y electricidad y de servicios complementarios, como el de la planta de ácido sulfúrico.  Una alternativa es construir por cuenta y riesgo de la petrolera estatal solo algunos procesos.

Las señales tienen que ser claras, rápidas y permanentes; para que pase al recuerdo los anuncios constantes y variantes que nos deja la administración saliente. La efervescencia del descontento es más grande de lo que se cree, va “in crescendo” y una actitud responsable será que desde el Ministerio de Energía y Minas, se haga una evaluación con especialistas en temas sociales, dejando de lado los consejos y cotilleos de los entenados del “montesinismo” aspirantes torpes de conspiradores, que hoy rodean al titular de la cartera más complicada del gobierno.