Villarán: No puedo hablar

Por más que intenta evadir el tema de los costos de contratación de Luis Favre como asesor de campaña, la lideresa de Fuerza Social, Susana Villarán, continúa con la actitud de autogol, primero echándole la culpa al “olón de La Herradura”, luego responsabilizando del desborde del río Rímac al “hipo del río” y ahora pretende justificar la falta de transparencia al no informar a la opinión pública sobre los recursos que financian su campaña para tratar de mantenerse como alcaldesa con un rotundo “no puedo hablar”.

La transparencia en el accionar político es una necesidad. El silencio y la evasiva solo debilitan su objetivo de recuperar la confianza de los limeños, que ya empiezan a dudar sobre el manejo sombrío de su campaña que se inicia con un velo de cuestionamientos. No se puede pensar que los electores son bobos, por el contrario, en la medida que no hayan respuestas claras, la necesidad de información se hará más grande y ello la colocará en aprietos. No hay que ser ingenuos, algunos intereses políticos van de la mano de intereses económicos que finalmente siempre se revelan. Tenemos, por ejemplo, la advertencia de otra lideresa, Nidia Vílchez, acerca de los intereses de una empresa extranjera detrás del financiamiento. ¿Quién paga los honorarios de su controvertido asesor y cuáles son los motivos que lo llevan a ello? Lo mejor para la alcaldesa/candidata será mantener una conducta realmente transparente, pidiendo una licencia que le permita hablar y hacer de todo, vestir su chalina verde y enfrentar con argumentos a la casi inexistente corriente por el SI que, hasta el momento, se la está dejando fácil.

Nota publicada en larazon.com