Confusión y miedo comienza a apoderarse del pueblo venezolano ante tanta desinformación sobre el estado de salud del Primer mandatario. Desde los más pobre hasta los más rico se hacen la misma pregunta; ¿qué va a pasar con Venezuela ante la ausencia del Primer mandatario? ¿Estará verdaderamente ausente o es otra farsa de los hermanos Castro para seguir despojando las riquezas de nuestro país?
Como si se tratara de una de esas películas de abducción de Hollywood, el pueblo venezolano lleva más de 26 días sin recibir ninguna respuesta por parte de las autoridades del país.
Ni Tarot ni bola de cristal. Mientras muchos brujos y leedores de cartas dan distintas predicciones sobre la salud del Presidente, es el mandatario cubano quien verdaderamente sabe lo que está pasando con él.
Mientras el médico Marquina nos ha dicho reiteradamente que Chávez se encuentra en condiciones muy delicadas y que probablemente no llegaría al diez de enero del 2013, por otra fuente el vicepresidente Maduro nos informa que éste se encuentra recuperándose y que había mantenido un diálogo con sus funcionarios más cercanos.
Para nadie es un secreto que los hermanos Castro necesitan del ingreso del petróleo de los venezolanos y es por eso no informan sobre la salud de Chávez hasta acomodar las nuevas piezas del rompecabezas.
Debemos recordar que la economía cubana cayó en depresión en los años noventa después de que la Unión Soviética abandonara la isla, trayendo como consecuencia constantes apagones y bajas eléctricas por falta de combustible.
Pero mientras el Mandatario se encuentra más perdido que el hijo de Lindbergh, las preocupaciones a nivel internacional comienzan a sentirse especialmente en las casas de las viudas del Presidente ubicadas en Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Argentina.
Aló Presidente, ¿dónde estás? En fin, los venezolanos debemos estar preparados para cualquier cosa que suceda en el país. Pero en una cosa deberíamos estar seguros y es que, si en el país llama a elecciones por causa de la ausencia del Mandatario, el pueblo debe responder democráticamente al auxilio de la patria. Si no, esperemos que estos juramentos y lealtades entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello duren el mismo tiempo que dura una cordura en una lectura de un testamento (Con información del diario El Universal).