Al fondo hay votos

César Campos, autor de estas líneas

Las respectivas campañas por el SÍ y por el NO del proceso revocatorio a la alcaldesa de Lima se han iniciado con la intensidad que anticipaba el corto periodo del cual los capitalinos estamos distanciados de la fecha establecida para esa consulta popular: 17 de marzo. Apenas faltan 61 días. Las calles de las tres veces coronada – que esta semana cumple 478 años de fundación española – se acaloran de activismo político, casi a la misma temperatura de la estación veraniega.

Hay tres aspectos que inauguran el perfil de las mencionadas campañas y sobre las cuales, imaginamos, habrá de discurrir el debate de las dos opciones. Primero, las fuentes de financiamiento. Segundo, los mensajes a transmitir. Y tercero, las estrategias de estímulo para acentuar o cambiar las tendencias mostradas por las encuestas (que hasta el momento son bastante desfavorables a la permanencia de Susana Villarán y sus regidores).

En cuanto a los recursos empleados, su origen, monto y distribución, la polémica tendrá mecha corta. No hay un sistema regulatorio explícito sobre la materia (los partidos políticos sí responden por la plata utilizada en las campañas electorales) y las puyas entre uno y otro lado se limitará a decir que unos son más ricos que los otros.

En lo que se refiere a los mensajes, la racionalidad está del lado del NO porque – como ya lo he mencionado en una columna anterior – el ánimo revocatorio contra Villarán carece de fundamento lógico para quienes creemos que su gestión debe terminar por el periodo para el cual fue elegida, con sus pro y contra. Más aún cuando la norma que ampara la revocatoria está limitada sólo a autoridades electas del nivel regional y municipal, pero no a los congresistas o al presidente de la República. Y porque el balance general de sus 4 años siempre habría resultado desastroso y un eventual triunfo del SÍ sólo traerá la victimización de la izquierda nativa, cada vez más protestona y diletante sin opciones de gobierno viables.

Y finalmente, las estrategias tienen que ver algo con el tema anterior. Lo racional apuntala a Villarán en los sectores socioeconómicos A y B, pero la tienen famélica de apoyo en los niveles C, D y E. Por eso los del NO quieren posesionarla en estos apelando a las figuras deportivas y los exitosos actores de la televisión. Dejando claro su menosprecio a la clase popular y contrariando la prédica de procurarle más educación a los pobres, los villaranistas usan el instrumento propagandístico más viejo del mundo: pan y circo. El pan lo ponen los recursos de las campañas (polladas, cuyadas, chocolatadas). El circo lo ponen las figuras del deporte nacional (Kina Malpartida, Paolo Guerrero) y muchos de los notables actores de, por ejemplo, la serie “Al fondo hay sitio” (Mónica Sánchez, Gustavo Bueno), así como de otros espacios de farándula.

“Al fondo hay votos”, debería ser uno de los lemas por el NO. Estoy seguro que pegaría con fuerza y quizás revertiría las tristes nuevas que hasta la fecha traen los sondeos a la burgomaestre.