Venezuela: una tragedia griega

Quién es el presidente de Venezuela, el hiperlíder, el vice escogido a dedo, el presidente de la AN o un fantasma?, pero las dudas se profundizan ante un régimen que amenaza pero no gobierna, ya que estamos en presencia de un enorme vacío, consecuencia de la centralización en una sola persona de todos los poderes, convirtiéndose su estado de salud en un misterio de múltiples incógnitas. ¿De dónde salen entonces las órdenes, de un hospital de La Habana, de la logia revolucionaria o de las malas intenciones de determinados dirigentes?.

Se le dan cuotas de confianza a Rusia y China, porque aceptan el mandato indefinido y tragan grueso para aceptar la alternabilidad democrática. Los dioses ciegan a quienes quieren perder y en este año complejo y duro la oposición debe desarrollar una estrategia de sensibilización y acercamiento a la sociedad civil. Es injustificable este nuevo método de dominación con la piel y el discurso de la democracia, que busca envolver a los ciudadanos hasta atrapar a la sociedad civil devorada por el régimen, como el lobo feroz a Caperucita. Se impone un activismo inteligente, audaz y novedoso, que impulse el crecimiento político de la oposición.

Debe diseñarse una estrategia dirigida a captar a nuevos sectores sociales y sustituir el semblante mal encarado y las acusaciones mutuas; hagamos la autocrítica que corresponde y concluyamos con una profunda revisión de los dos últimos procesos electorales, de sus fortalezas y debilidades. Lo más significativo es estudiar las causas que nos dieron el triunfo en las gobernaciones que se ganaron, por el trabajo casa por casa y el contacto personal: la gobernabilidad en la calle gana elecciones. La lección es que los éxitos se consiguen con esfuerzo, pateando la geografía y convenciendo hasta asegurar los votos. La MUD titubeó en Monagas, ¿tenía razón por una cuestión de principios o falló el sentido común?

Hay que crear un amplio frente político, diverso y con sabor popular, que agrupe a los partidos que conforman la Mesa, los trabajadores, los estudiantes y sectores sociales que están esperando ser llamados, para integrar un movimiento encaminado a la victoria. Bolívar ha podido ganarse y para tener éxito hay que convertirse en una fuerza telúrica, consustanciarse con las necesidades de la población, ofrecer soluciones a la inseguridad, la vivienda, los servicios y planes realistas de creación de empleo.

Debemos luchar contra el control del voto por el miedo, el dinero o las trampas, hay que poner las cosas en su sitio en el CNE para que las reglas de juego sean más parejas y no saboree el socialismo radical la victoria, incluso antes de que se movilicen los venezolanos a expresar su opinión política. Sea cual sea la verdad en materia de salud, la legitimidad es producto de la elección popular y no del interés perverso de la nomenclatura cubana. Llegó la hora del diagnóstico acertado y de unirnos todos los partidarios de la renovación política: la alternabilidad es hoy en día el pilar fundamental en que tiene que apoyarse la nación, frente a un sistema terriblemente deteriorado y con la gobernabilidad por el suelo.