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REDES SOCIALES
Miércoles 16 de enero 2013

Entonces: Chávez está vivo ¿sí o no?

Por: Ronny Padrón.
Entonces: Chávez está vivo ¿sí o no?
Foto: lapolaka.com

Hacernos tal pregunta aún por estas fechas solo se explica por el teatro del absurdo en que convertimos a Venezuela pasados 14 años de socialismo, parodia perfectamente acompañada por el común de nuestra dirigencia demócrata nacional, un hecho cierto.

Existe sin embargo una máxima que consagra la búsqueda de soluciones simples para resolver problemas complejos, y es por ello que me atreví con ese título. Me explico. Más allá de mi certeza en torno al fenómeno político "Hugo Chávez" de 1998, como lógica consecuencia de la decadencia partidocrática de la época, eventualidad que a lo largo de 14 años no dio lugar para una respuesta demócrata eficiente, considero igualmente un hecho, el que muy a pesar de la certificada mediocridad de esa dirigencia política, este régimen socialista a falta del teniente coronel ausente está llamado a perder el poder.

Lo afirmo a la luz de los más recientes acontecimientos -pronunciamientos y manifestaciones públicas de protesta nacional frente al golpe de Estado- de un vigor no visto desde 2004, que van potenciando una depuración en las filas de nuestra dirigencia demócrata a una velocidad de vértigo. Veamos. La tesis política de la cohabitación con el régimen, dominante hace unos pocos meses, encabezada por el excandidato  presidencial y actual gobernador del estado Miranda, a partir del 7 de octubre 2012  y sobremanera hoy, evidencia su total ineficacia para propender a la restauración de la constitucionalidad democrática, ello en virtud de una de sus premisas: la permanente aceptación de las reglas políticas impuestas por el régimen socialista, hoy de facto.

Sobra decir que los hechos desbordaron la capacidad de maniobra política para quienes propugnan la precitada postura, que aunado a una problemática económica nacional in crescendo y sin precedentes (inflación, desempleo, desabastecimiento, devaluación) abren paso al otrora llamado liderazgo "radical" del sector demócrata nacional.

Diego Arria y María Corina Machado, son dos políticos venezolanos que habiendo participado como candidatos a la presidencia en las primarias de la Mesa de la Unidad Democrática en 2012, fueron derrotados contundentemente por Henrique Capriles Radonski en aquella oportunidad. Hoy despuntan como los referentes más destacados de lo que se vislumbra como el nuevo rumbo en la lucha demócrata por la restauración constitucional. Diferentes estilos, tratativa común, permite ubicarlos claramente en la llamada "derecha democrática", encuentran ahora una coyuntura política particularmente favorable a lo que ha sido su posición de confrontar la "raíz" del problema, resistiendo y avanzando  según la fortaleza del adversario. A todo evento consideramos pertinente el hacer una puntal observación, visto el interés nacional en juego: A esta dupla le auguramos el mayor éxito una vez alcancen a coordinar su político accionar con la dirigencia demócrata que en las áreas social, política y económica tengan la  disposición de arroparse bajo el manto de la causa republicana,  iniciando labores sobre el punto específico más débil al socialismo en gobierno.

A tales efectos retornamos al título. ¿Qué pasa con Chávez? He allí el quid del asunto. Hay que certificar a la brevedad lo que ya se vislumbra: la incapacidad permanente de Hugo Chávez para gobernar. Lograrlo constituiría un salto enorme en medio del complejo proceso de restauración constitucional antedicho; tratativa esta de imposible cumplimiento para la dirigencia de la cohabitación, por razones obvias, pero en manos de patriotas como Diego Arria y María Corina Machado, entre otros de similar posición, puede dar lugar a la más eficiente campaña de opinión pública vista en Venezuela, capaz sí de materializar la junta médica que en los términos del artículo 233 de la Constitución haga constar lo que ya todos sabemos.

Derrumbado el "tótem"  los demás artilugios, típicos del socialismo en gobierno, tendrán poco que hacer ante los valores republicanos comprendidos en el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia plasmado en la Carta Magna. Por todo ello reitero: volvamos a lo simple, develemos primero la más visible mentira, que las otras igual caerán. ORA y LABORA (Con información del diario El Universal).

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