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REDES SOCIALES
Domingo 20 de enero 2013

Aureliano Turpo y las Empresas - País

Por: Aureliano Turpo Choquehuanca
Aureliano Turpo y las Empresas - País
Foto: Difusión

Después de varias lecturas y de un aprendizaje tortuoso del libro intitulado: LAS EMPRESAS-PAÍS Y LA GRAN TRANSFORMACIÓN, del Dr. Hugo Salinas, me permitiré hacer algunas reflexiones que me parecen necesarias para la comprensión de nuestros saberes y conocimientos y complementarlos en la gran tarea de la reconstitucionalización de nuestra estructura socioeconómica y política comunitaria, suplantada por la “repartición individual” que el sistema capitalista ha impuesto, generándonos “grandes desigualdades socio-económicas producto de una relación de dominación”, colonial externa e interna en las hoy llamadas sociedades en vías de desarrollo.

Es sorprendente y acertado emprender la reflexión sobre categorías de análisis socio-económicos, que buscan superar las categorías de la economía keynesiana clásica. El Dr. Hugo Salinas en su quehacer científico, nos presenta en su libro antes mencionado, la necesidad histórica y política de emprender la “gran transformación”; sesudamente explicada en su primera parte, donde los instrumentos que viabilizan la comprensión y el entendimiento de lo que significa “Las Empresas-País”, consideradas como el “instrumento clave de la gran transformación”.

Entendemos que es una necesidad imprescindible, desde todo punto de vista,  la transformación del modelo socio-económico y político colonial republicano, subsidiaria del capitalismo salvaje, sin dejar de lado el aporte que nos brinda el sistema económico comunitario de reciprocidad forjada en la sociedad tawantinsuyana. Modelo económico ancestral que desarrolló el bienestar comunitario, hoy rescatado como el “Hallin Kausay o el Vivir Bien”.

Las empresas comunitarias de producción y de servicios comunitarios, inspira en mi entender, a las “empresas-país”. En la reflexión y constatación que  hace nuestro Amauta Hugo Salinas de la Ciencia Económica, tiene sustento científico para postular el nacimiento de un “modelo económico de bienestar general”, que a mi entender, es de carácter comunitario, por cuanto, “el bienestar general” involucra a todo el conjunto de la sociedad. El bienestar no se concibe si en su seno no refleja la reciprocidad que da equilibrio y armonía al ser humano.

El proceso de desarrollo comunitario va acompañado del desarrollo de la capacidad creativa del ser humano, en la solución de los obstáculos que encuentra en su caminar civilizatorio, así encontramos sus herramientas de trabajo que facilitaran, la producción de bienes materiales y espirituales para  su hallin kausay. Es acertado cuando nos refiere el “proceso artificial de
producción”, que beneficia a los detentadores de la “Repartición Individual” y del “Valor de Cambio” del sistema capitalista mundial que favorece la acumulación de capital, robándole al trabajador su equilibrio y armonía familiar.

Coincidimos plenamente en la afirmación de que la “Repartición Individual”, es causante de todos los males sociales coloniales, como la pobreza y el desempleo, que genera al mismo tiempo discriminación, exclusión, corrupción e injusticia.  La propuesta de la “Remuneración de base”, que busca la repartición de las utilidades sea una solución a los problemas de sobrevivencia del ser humano, a través de las empresas-país. Es una propuesta muy importante, para entender la dimensión comunitaria de la ·Empresa-País” y haga  realidad la reciprocidad entendida como la
“Repartición Comunitaria”.

En el tema referido a “Las variables más importantes del modelo de desarrollo”, nos propone tres variables que se refieren al sistema financiero, a la fuerza de trabajo y el acceso al crecimiento de una economía inmaterial, que refleja el trabajo más eficiente del ser humano. La primera variable nos advierte que el sistema financiero del gobierno central es negativo, como
consecuencia a una política gubernamental centralizada de los ostentadores del poder oligárquico  centralista y, para superar esta acción colonial republicano nos oferta el “sistema financiero descentralizado, sustentado en la autonomía de las agencias locales, un moderno sistema financiero en la toma de decisiones a un solo nivel”.

La segunda variable nos hace ver la necesidad de la toma de decisión a un solo nivel, es decir, sin depender de las decisiones centralistas del gobierno y sobre estas dos propuestas observan las condiciones óptimas del ser humano. Sin embargo, esta propuesta será efectiva en una estructura socioeconómica y política del Estado Plurinacional Confederado, puesto que el Estado-Nación republicano por su esencia histórica y política es unitarista y centralista, la experiencia de su política de colonialismo interno lo demuestra a la saciedad colonizadora.

Dentro de esta reflexión encontramos, el reconocimiento del ser humano como “La Riqueza de un País”. Nuevamente, vuelvo a mi percepción del ser humano comunitario del Tawantinsuyu, sin lugar a equivocarme, el RUNA ha sido y es la riqueza de todo el proceso civilizatorio tawantinsuyano, de ahí que es importante su reconstitución y su postulación para el bienestar de la
humanidad, pues no olvidemos que el ser humano es creativo, en consecuencia,  es constructor permanente de su civilización, de conformidad a su lógica de pensamiento ancestral y ontemporáneo. Aquí encontramos otro aporte muy importante de Hugo, que debe ser bien tomado en cuenta si  queremos desterrar la “explotación del hombre por el hombre” que ha
universalizado el capitalismo salvaje.

El trabajo científico de nuestro Amauta en las Ciencias Económicas, es realmente una respuesta histórica y política para la transformación de la  sociedad republicana, que ha institucionalizado la repartición individual. Nos trae una nueva lógica de pensamiento económico de fuerte reflexión sobre la economía comunitaria de reciprocidad tawantinsuyana, que dio bienestar a toda la sociedad ancestral, donde no hubo pobreza, mendigos, usureros, plusvalía, mucho menos valor de cambio, como otros cientistas sociales elucubran para justificar el carácter colonial de las repúblicas latinosudamericanas.

La tercera parte del libro es la constatación real de la formulación teóricacientífica, para la “Gran Transformación” del modelo económico de la “Repartición Individual”. Al referirse a este tópico nos dice: “La gran transformación es inevitable. La humanidad está creando una forma de trabajar: el proceso de concepción. Y su elemento fundamental son los conocimientos y  competencias, así como la máquina lo fue para la economía industrial o la tierra cultivable para el inicio de la agricultura”.

Ahora bien, es un acierto señalar que “los conocimientos” son importantes para la transformación y el bienestar de los seres humanos, constructores de sus procesos civilizatorios. Aquí es importante tomar en cuenta, los conocimientos que tuvieron nuestros antepasados para construir un sistema socio-económico, político, cultural, jurídico y espiritual de pleno bienestar comunitario (Repartición General), donde los bienes materiales e inmateriales no eran propiedad de nadie, sino de la sociedad comunitaria, cuya administración correspondía al Consejo de Amautas, desde su unidad básica, el ayllu hasta la administración de la Confederación Tawantinsuyana por el Consejo de Amautas, precedido por el INKA, dentro de los que vino en llamar, las Jerarquías de Responsabilidad Comunitaria. Estos conocimientos aun no han sido visibilizados como consecuencia del colonialismo mental en el que nos ha envuelto el Estado-Nación republicano monocultural.

El modelo de sociedad forjada por los modos de producción europeos, han diseñado una estructura socio-económica, política, cultural y religiosa de violencia teocrática (Feudalismo), liberal y neoliberal (Capitalismo) y la frustrada propuesta socialista euro-céntrica. Modelos de sociedad que se han trasplantado a nuestro  territorio tawantinsuyano, aplastando nuestro desarrollo comunitario de reciprocidad, dentro de los florecimientos culturales regionales de pleno ejercicio de lo que identifica nuestro Amauta Hugo, la Repartición General (Economía Comunitaria)  en oposición de la Repartición Individual capitalista.

La experiencia de campo realizada en la provincia del Marañón, de Cajamarca (K´ahamarka) son la clara muestra de cómo la colonización externa e interna en el Perú-Tawantinsuyano es fiel reflejo de la condición de abandono de parte del Estado-Nación, donde no existe la noción de desarrollo integral como lo postulan los gobiernos republicanos liberales y neoliberales de todo
los tiempos coloniales. El análisis que hace de la situación socio-económica de la provincia del Marañón, es sorprendente, sobre todo, es tan deprimente constatar el nivel de pobreza de los habitantes de esta parte de nuestro territorio tawantinsuyano, pues, los porcentajes que nos presenta, son la constatación de que el colonialismo interno republicano campea sobre el lomo del caballo de Pizarro y la mal llamada modernización neoliberal.

Los seres humanos de esta provincia son el reflejo de todo el conjunto de los seres humanos de la sierra y la selva, abandonados a la suerte de los gamonancillos de la administración pública, sirvientes de los empresarios neoliberales del centralismo limeño, que se arrogan la soberanía de todo el país. Lamentablemente los intelectuales y especialistas burócratas del Estado-Nación del Perú-Oligárquico no han entendido que durante la gestión comunitaria del Inka y sus Consejos de Amautas, desarrollaron la producción agropecuaria, garantizando la alimentación del pueblo tawantinsuyano, consecuentemente, el trabajo comunitario que se expresa hoy como lo dice Hugo, la Repartición General, que a mi entender es el resultado del sistema económico comunitario de reciprocidad.

El desarrollo civilizatorio del Tawantinsuyu no está aun bien estudiado, de ahí que se formulan conceptos que no expresan su realidad histórica y política, así por ejemplo,  dicen que la agricultura era primitiva o que era de rasgos feudales. Algunos especialistas izquierdistas de las ciencias sociales nos dicen  que cuando llegaron los españoles, el Tawantinsuyu estaba en la etapa de transición del esclavismo al feudalismo paternalista de economía comunista. Estas apreciaciones del  intelectualoide  colonizado mental  han desfigurado el tiempo y el espacio civilizatorio del Tawantinsuyu, de ahí que nos encontramos como estamos.

Volviendo a las lecciones que nos da nuestro Amauta Hugo, diremos que la observación científica que hace del Centro Ceremonial Ancestral del Chinchaysuyu, K´AHAMARKA (Cajamarca) es sorprendente en la medida que ve, la llamada Región de Cajamarca, como una pista para materializar la “Gran Transformación”. Constata que de los “127 distritos del departamento de Cajamarca, 104 se encuentran en situación de pobreza, con un total de un millón de habitantes, la cifra departamental más alta a nivel nacional”.

Entendemos que esta realidad se refleja en la totalidad de los departamentos, sibilinamente identificados como regiones del Perú-criollo mestizo oligárquico. ¿Qué decir por ejemplo de Puno y el Sur Andino del Hanan Kollasuyu, que le dio la victoria electoral a Ollanta Humala, porque no hace emprendimientos de desarrollo socio-económico en esta región que le dio la presidencia? Tanto el Chinchaysuyu y el Kollasuyu tawantinsuyano fueron los almacenes de la soberanía alimentaria comunitaria, que hoy los neoliberales en el gobierno pretenden vendernos como si fuera una gran Azaña neoliberal. Tema de otro trabajo a debatir.

Ahora bien, Cajamarca y Puno no se diferencian en cuanto a su pobreza y abandono de parte del centralismo limeño, sin embargo, es de vital importancia para reemprender la reconstitución del Estado Plurinacional Confederado de Pueblos y Naciones del Perú-Tawantinsuyano del siglo XXI, sobre la base de la Gran Transformación que nos formula nuestro Amauta Hugo Salinas, complementando su teoría científica de la economía con la lógica de pensamiento ideológico y político cósmico tawantinsuyano (Tesis Ideológica y Política en preparación mía), que abre camino hacia el Hallin Kausay de la Repartición General.

El libro intitulado: “Las Empresas-País y la Gran Transformación” debe constituirse en la impulsora de una nueva mirada comunitaria del problema socio-económico de  los pueblos y naciones ancestrales del Perú-Tawantinsuyano, para no caer en los modelos humanistaristas del capitalismo neoliberal, como las microempresas, las empresas familiares, que definen la economía informal del que se benefician los propietarios de  la Redistribución Individual, consecuentemente los burócratas del gobierno.

Finalmente, es necesario poner el ojo clínico sobre las instituciones del Estado-Nación, que “educan profesionales”, para la conservación del colonialismo interno, consolidando el colonialismo mental que impide ver con ojos propios la transformación que espera nuestros pueblos y naciones del Perú-Tawantinsuyano. Una de las instituciones básicas para la transformación debe ser los Centros de Formación Integral del ser Humano en su proceso de profesionalización, para el desarrollo integral de la sociedad comunitaria del siglo XXI.

La Gran Transformación también pasa por transformar de las universidades, colegios y escuelas, puesto que, el ser humano desde su niñez requiere potenciar sus saberes y conocimientos en función a su identidad pluricultural, su pertenencia territorial y su personalidad etnohistórica, que se cimienta en su herencia ancestral y que le brinda conocimientos, educación e identidad
plurinacional ancestral y contemporáneo. Tres dimensiones que fortalecerán la GRAN TRANSFORMACION que aspira la sociedad de todas las sangres del tercer milenio. ¡¡KA WAUK´ENCHISPAK K´ELK´AMWAN, HALLIN KAUSAUTA PUTURICHISUN K´ALANCHISPAK!!-¡¡Con  los escritos de nuestro hermano, haremos crecer el VIVIR BIEN PARA TODOS!!.

Hurin Kollasuyu-La Paz-Bolivia, 1 de Enero del 2013.
Dr. Aureliano TURPO CHOQUEHUANCA.
Socio-Etnólogo/Antropólogo Kechua.

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