Presidencia sin presidente

Más allá del análisis jurídico suficientemente lidiado por juristas cultivados en el ámbito del Derecho Constitucional en relación a la calidad y legitimidad de la sentencia emitida por el TSJ respecto a la temporalidad o no de la ausencia del presidente, queda por analizar las creaciones verbales surrealistas emanadas por los suplentes del poder. Al parecer la ausencia jurídica del presidente nada tiene que ver con su silueta real. Un caso ajustado a las peripecias del gran mago Harry Houdini quien hacía uso de la metamorfosis para aparecer y desaparecer a capricho sin que nadie se diera cuenta.

Debe aclararse para comprensión de la mayoría, en términos coloquiales y simples, más allá de cualquier deferencia legal, cómo es que una persona no está ausente, sea temporal o definitivamente, siendo que todo el mundo sabe, principalmente los oficialistas, que está fuera del territorio nacional, específicamente en Cuba.

También sería prudente clarificar cuál es el sentido de la convocatoria masiva que se hizo a altos costos para que el pueblo asistiera el día 10-E a la ceremonia de toma de posesión del presidente electo el 7 de octubre para el período constitucional (2013-2019) siendo que el candidato elegido está físicamente ausente. ¡Claro! algunos títeres revolucionarios cubrían la ausencia pirueteando y afirmando que ellos "eran Chávez".

Por otra parte, jefes de Estados de otras naciones como Bolivia, Nicaragua y Uruguay, ingresaron al país el día 10-E para asistir a la toma de posesión del presidente reelecto en conocimiento que estaba convaleciente en Cuba. Pero no todo se perdió en el viaje. Esta nueva casta política caracterizada por su tosquedad aprovechó la gran cobertura que le dio el régimen para agredir a la oposición. ¿Acaso no tienen conflictos en sus respectivos países como para venir a soliviantar los nuestros?

Por otra parte los presidentes Humala y Kirchner, entre otros, viajaron a Cuba para visitar al enfermo aunque les constasen que no  podrían hablar con él; aún más, ni siquiera verlo. Pero tampoco se perdió el viaje. Esos señores se sintieron privilegiados por engrosar la lista de los elegidos que han logrado coleccionar la foto con los dictadores prehistóricos; hermanos Castro. ¡Bien por Cristina!

Pero lo sustancial para nuestro país son las constantes visitas del vicepresidente y presidente de la Asamblea, en representación del gobierno bicéfalo que administran, buscando señas del gobierno, también bicéfalo, de los hermanos Castro. Bajo esas circunstancias el país está a la deriva aunque según el TSJ lo preside un presidente virtual. Entendiendo por realidad virtual la ciencia basada en el empleo de imágenes orientadas a producir una apariencia de realidad que logre convencer a la mayoría de una verdad que no existe. ¡Basta de tonterías! La única realidad es que la institución de la presidencia sigue existiendo en Venezuela; pero en esta ocasión sin presidente.

Nota publicada en eluniversal.com