Rusia tiene pensado restaurar el aspecto original del crucero Aurora, uno de los emblemas de la revolución bolchevique de 1917. Pero también intentará que este buque vuelva a navegar.
Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, expresó que se está evaluando esa posibilidad.
“Estamos mirando qué es lo que puede hacerse para que el buque pueda navegar, no solo estar anclado (…) Y, puestos a restaurarlo, devolverle el aspecto original con las calderas de vapor (…) Si es posible, lo haremos. Estoy convencido de que el Ejército y la nación tengan símbolos intocables”, dijo Shoigu.
El Aurora, que tiene 123,7 metros de eslora y 16,8 metros de manga, fue puesto al mar en 1900 y se incorporó a la Armada rusa en 1903. Su cañonazo dio el comienzo al asalto del Palacio Real durante la revolución bolchevique de 1917. El crucero participó también en el conflicto bélico ruso-japonés de 1904-1905 y en la Primera Guerra Mundial.
Además, fue usado para la defensa antiaérea de la base naval de Kronstadt, en Leningrado, durante la Segunda Guerra Mundial y sufrió impactos de varios proyectiles.
Desde mediados del siglo XX, el Aurora permanece amarrado al malecón del rio Neva, alberga una filial del Museo Naval y es una de las atracciones turísticas de San Petersburgo.