Chile-Perú, en la buena dirección

Se ha establecido en el Perú en torno del proceso de La Haya un complacido silencio, que en cierto modo es eco del de los jueces de la corte internacional. Preparación para la hora de los loros, cuando en el segundo semestre a cada país le toque evaluar aquello que perdió, aquello que obtuvo, aquello que no pudo obtener.

Las cancillerías de Chile y Perú han entendido que no conviene poner a hibernar medio año las relaciones bilaterales en previsión de un tiempo calmo o chupinoso. Más bien han entendido que este es un semestre para adelantarse a las previsibles asperezas. Más bien han optado por algo que podría llamarse una buena voluntad preventiva.

La Declaración de los ministros de Relaciones Exteriores surgida de una reunión en la semana pasada tiene puntos importantes. El más saltante es que por primera vez aparece por escrito el compromiso oficial y mutuo de respetar la decisión de La Haya. Con lo cual se pasa en cierto modo del gesto cívico y político al compromiso formal.

Otro punto de peso ha sido la puesta en marcha de un Comité para el desarrollo e integración de las dos zonas fronterizas, ambas tan alejadas, en más de un sentido, de sus respectivas capitales. Aunque no se menciona, semejante integración impactaría a las zonas bolivianas colindantes, aquejadas de la misma postergación.

Varios de los 19 puntos de la declaración están vinculados a las oportunidades que abriría la integración cabal de Arica y Tacna (aeropuertos, comunicaciones, transportes, aduanas, minería, tránsito de personas). Los demás son casi todos partes de la agenda que se va acumulando entre dos países vecinos decididos a llevar su vecindad en orden y concierto.

El tono de la Declaración busca poner de relieve intereses comunes ubicados más allá del nuevo panorama marítimo que previsiblemente surgirá de La Haya. En esa medida el documento es un recordaris de que el campo de las relaciones bilaterales es considerablemente más amplio que las diferencias que nos llevaron a la corte.

El documento funciona además como una ratificación del esfuerzo bilateral en curso: V reunión binacional de minería en marzo, nueva edición de las reuniones 2+2 en Defensa este año, encuentro de las dos policías en abril, reunión sobre temas energéticos en el segundo trimestre, encuentro de ambas academias diplomáticas, visita de la ministra MIDIS en marzo.

Vemos, pues, que en el caso chileno Torre Tagle está trabajando más allá de La Haya, y esto vale también para la cancillería chilena.

Mérito adicional de esta última el que ella tenga que resistir una permanente campaña de medios que sigue cuestionando la presencia misma de Chile en la corte internacional (Con información del vespertino La República).