La carga fiscal de Pemex

De acuerdo con los datos del Banco de México, entre enero de 2007 y mayo de 2011 Pemex pagó como impuestos, derechos y aprovechamientos 2 billones 379 mil 507 millones de pesos. Más de 1.2 billones de pesos que en la administración de Vicente Fox.

De tal forma que el esfuerzo de Pemex para ser el mayor contribuyente representa hasta 98% de sus ganancias, que tienen que ser aportadas al fisco. Por lo que evidentemente su utilidad se ve mermada. La dependencia fiscal que tiene México con relación a Pemex es sin duda uno de los temas a debatir por lo que significa para la nación en materia presupuestal.

Esa es la razón por la cual en el Pacto por México se encuentran como parte esencial del compromiso el binomio reforma energética-reforma hacendaria. Cada una representa una de las piernas sobre las que camina el proyecto económico, comprometido con el exterior.

El reducir la carga fiscal que tiene Pemex significaría que la renta petrolera no desaparecería, simplemente cambiaría de manos y se transferiría a las empresas privadas, en vez de ir a parar al Presupuesto de Egresos de la Federación. Es decir, iría a parar a las trasnacionales.

Por eso, para el régimen sería también necesaria una reforma fiscal, que ayudara a tapar el gran hoyo que dejaría la reforma energética. De ahí el incremento al IVA de 16 a 19%, y por si fuera poco, también tasarlo en medicinas y alimentos.

Veamos: quienes explotan el petróleo actualmente en el Paleocanal de Chicontepec son Schlumberger, Halliburton y Weatherford, entre otras empresas privadas. Con el objeto de reducirles carga fiscal, el Congreso de la Unión, con los votos en contra de la oposición en el 2009, les aprobó un régimen especial. Así se dedujeron impuestos para la explotación de dicho yacimiento en hasta 32.5 dólares por barril extraído; esto en comparación con el resto del territorio, donde se llegan a deducir solamente hasta 6.5 dólares por cada barril. Con la aplicación de este régimen especial han dejado de pagar ese dinero al fisco y por lo tanto, ahora son directamente las trasnacionales las beneficiarias de tan generosa política.

En el año 2010 este modelo se amplió para los denominados campos maduros, que se encuentran ubicados en la zona del Golfo de México dentro del territorio tabasqueño, en Carrizo, Santuario y Magallanes.

A pesar de esas evidencias, desde el gobierno federal se ha señalado que la nueva reforma energética no busca de ninguna manera privatizar a Pemex. Por eso, para tapar el sol con un dedo, es de esperarse muy pronto la reedición de la atosigante campaña lanzada en el 2008 señalando que “Pemex no se privatiza, se moderniza”

No obstante estas declaraciones y la vigencia del artículo 27 constitucional, además de Chicontepec y de los Campos Maduros del sur, en la Cuenca de Burgos, también los privados extraen nuestra riqueza energética. En esa zona, al norte del país, la explotación del gas está en manos de Repsol y Petrobras y también, desafortunadamente y desde hace años, del crimen organizado, según lo ha denunciado el propio director de Pemex Exploración y Producción, PEP.

Nota publicada en eluniversalmas.com.mx