Jueves 02 de mayo 2024 | Contáctenos
El presidente Humala, con claridad conceptual y buen criterio, se ha referido a la acción negativa que desarrollan determinadas organizaciones no gubernamentales, que se presentan como auténticas intérpretes de los mecanismos de protección al medio ambiente.
Considero que la acción de estos grupos paraliza proyectos, afecta la autoridad de los estados y genera, sin duda, condiciones poco propicias para el fortalecimiento de la estructura económica y, por ende, del bienestar social y económico de los habitantes del país.
Lo manifestado por el mandatario constituye un claro deslinde frente a quienes, a lo largo de los últimos años, han impuesto, inclusive con violencia, sus equivocadas ideas y planteamientos en lo que constituye el desarrollo con respeto a la ecología y el medio ambiente.
Tales grupos han desconocido la acción del Estado y, además, han despreciado informes técnicos elaborados por especialistas de nivel internacional, reconocidos por instituciones muy estrictas, como el Banco Mundial y otras entidades de carácter multilateral.
Los agitadores, agazapados detrás del ambientalismo, han creado un abismo entre los mecanismos democráticos de consulta con las expresiones autoritarias de quienes consideran que los mecanismos institucionales son instrumentos de oposición a los proyectos, de desconocimiento de su importancia, de irrespeto a las decisiones adoptadas por el Estado, en el marco de la legislación vigente.
Era necesario hacer un claro deslinde, como el efectuado por el presidente Humala, para distinguir a quienes solo pretenden bloquear el progreso de quienes, con seriedad, trabajan para hacer cumplir las normas ambientales.
Nota publicada en larazon.pe
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