Cuidado con el dólar

Buscando evitar que el sol se aprecie en relación al dólar, el Banco Central de Reserva (BCR) no deja de comprar el verde billete. Compra, compra, compra…, de día y de noche, los 365 días del año, desde la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, en setiembre del 2008.

Desde entonces, las Reservas Internacionales Netas del país (RIN) han aumentado en US$ 32.000 millones, y de este monto, US$ 25.000 millones han sido comprados por el centralísimo BCR bajo la modalidad de la “posición de cambio”. Es decir, prácticamente un 80% del aumento en las RIN se debe al privilegio monopólico que tiene nuestro banco central de crear soles del aire, con los cuales compra esos dólares venidos al mundo de igual forma. No hay, pues, milagro económico alguno en nuestras boyantes RIN, sino alquimia financiera, al más puro estilo medieval. (El barro siempre será barro).

Esas compras de dólares presentan un pequeñísimo (en tono sarcástico) problema: a ojo de buen cubero, si el promedio ponderado del tipo de cambio fuese de, digamos, unos 2,74 soles por dólar (desde setiembre del 2008), por cada dólar que el BCR se viera obligado a vender, al tipo de cambio actual, perdería unos 17 centavos de sol. O dicho de otro modo, si vendiera US$ 1.000 millones, al tipo de cambio actual, perdería una nada irrisoria suma de 170 millones de soles.

Esta, sin embargo, no es toda la historia, y de ahí el título de esta columna. Desde 1971, la tendencia del dólar es claramente negativa, con pequeños periodos de grandes hipos cambiarios: del 82 al 85, del 95 al 2002 y los seis meses posteriores a la bancarrota de Lehman, cuando el dólar se apreció un 20%.

La siguiente crisis -podrá intuir- le regalaría al BCR la siguiente disyuntiva: vender o no vender los dólares. Si los vende asumiría contablemente las pérdidas cambiarias. Si no los vende y deja que se deprecie el sol, las pérdidas contables serían asumidas por las empresas y los hogares endeudados en dólares. En otras palabras, si el BCR pierde perdemos todos, y si gana, igualmente perdemos todos. Cuidado con el dólar.

Nota publicada en larazon.pe