El cocodrilo marino en cautiverio más grande del mundo murió este domingo y los habitantes de la región sur de Filipinas, que adquirió fama internacional por la captura del enorme reptil, rompieron en llanto.
Un veterinario llegó presuroso al poblado de Bunawan, en la provincia de Agusán del Sur, para revisar al cocodrilo de una tonelada luego de que se ladeó con el abdomen inflamado dentro de su jaula en un parque ecoturístico. El reptil fue declarado muerto unas horas después.
Las autoridades dijeron que tratarán de determinar la causa del deceso del cocodrilo, que se presume tenía más de 50 años.