La Revocatoria en la lógica de las redes de corrupción

La Revocatoria en la lógica de las redes de corrupción

“Relaciones corruptas: Poder, Autoridad y Corrupción en Gobiernos Locales”, es un trabajo que explica cómo la corrupción constituye redes (de corrupción) dentro y fuera de algunas municipalidades. Su modo de operar es la utilización de la Ley para sacar ventajas personales y de grupo.

Estas redes son movibles, dinámicas, tienen vida propia y se imbrican con los partidos políticos. No llegan a ser mafias porque no tienen la característica de permanencia en el tiempo. Funcionan, en tanto haya actos corruptos que requieran perfeccionarse con determinados funcionarios.

Citemos algunos ejemplos de casos judicializados en el interior del país que advierte cómo funcionan estas redes: Caso “votantes golondrinos”. Ciudadanos de distinta procedencia se cambian de residencia poco tiempo antes de las elecciones municipales, para hacerse de la boyante Municipalidad de Machupicchu en el Cusco. En este caso se sentenció a los propiciadores de esta “jugada” que incluía a un empresario dedicado al negocio del turismo.

Otro caso, también en el ombligo del mundo: Una ex autoridad municipal de un distrito limeño, se traslada a la ciudad del Cusco para postular a la comuna Provincial de aquel lugar y acaba llevándose a todo su equipo de trabajo de la Municipalidad limeña, incluso a las empresas encargadas de venderle los servicios. Al cabo de un tiempo, esta autoridad es vacada del cargo por nepotismo.

La ausencia de partidos políticos fuertes es, sin duda, caldo de cultivo para la constitución de grupos de interés que desarrollan habilidades y estrategias para ganar elecciones municipales y regionales.

Pero lo que estamos viendo ahora es que estas redes de corrupción, si bien cobran vida cuando están funcionando utilizando la gestión municipal a su cargo, también pueden existir alrededor de una gestión municipal ajena, entorpeciendo la gestión, distrayendo sus esfuerzos. Revocando.

Vistas así las cosas, la revocatoria a la gestión de Susana Villarán, no es sino la afirmación de la red que se desarrolló en la anterior gestión edil y, no sólo eso, lo que está ocurriendo es la ampliación de esa red, su fortalecimiento en alianza con otros sectores políticos y empresariales, estamos ante la vigorización de pactos tácitos y no tácitos en función de varios temas: El compromiso para futuras alianzas electorales, compromisos para varios negocios y un pacto de no agresión.

Se está instalando en Lima y en el país una alianza de los corruptos al más alto nivel, contra la gestión de Susana Villarán, pero también contra todo lo que signifique cambio de estilos y métodos de hacer gestión pública y de hacer política.

Es peligroso dejar que la lógica de las redes de corrupción, utilice el mecanismo de la revocatoria para entorpecer el trabajo de una autoridad. Esto también atenta contra el Derecho de Participación y Control Ciudadano, garantizado por el Art. 31 de la Constitución Política del Perú. Al poner en cuestión la presente gestión edil, desde el día siguiente de iniciada, lo desvirtúa y devalúa, utilizándolo con fines revanchistas.

La Ley tiene que poner orden a este instrumento de control y participación. El desorden y el caos siempre serán propicios para quienes están acostumbrados a administrarlos y sacar ventaja de ellos.

Las múltiples denuncias de corrupción, tráfico de terrenos, asesinato, y otros delitos sobre autoridades municipales y regionales, son una señal de alerta para sincerar el estado de la administración municipal en el país, admitir la existencia de redes o grupos de interés alrededor de las municipalidades que están dispuestos a todo para defender lo que ellos creen que es de su propiedad y de esta manera generar los mecanismos legales que nos devuelvan la tranquilidad, la paz y la gobernabilidad en los municipios y los gobiernos regionales.