Perfil bajo, camaradas

De manera inexplicable, los “conflictos sociales” –eufemismo usado para identificar al sabotaje a la inversión– han ingresado en un periodo de repliegue. Una atmósfera de inesperada calma se ha instalado en el país, cuando todos esperábamos la ofensiva radical de verano anunciada por los recalcitrantes.

En Cajamarca, los opositores a Conga han postergado sorpresivamente las acciones violentas que tenían programas para impedir que minera Yanacocha siga construyendo los reservorios de agua que acabarán con la escasez de ese elemento básico. Gregorio Santos, Wilfredo Saavedra y Marco Arana se han quedado casi callados. Muy extraño.

En Espinar, donde los extremistas que operan de Tierra y Libertad y del Movadef, opositores del proyecto minero Antapacay, también han optado por bajar el perfil y la voz, a pesar de que también habían amenazado con desatar la violencia en estos días.

En Cañariaco igual. Súbitamente los antimineros han cedido sus posiciones y han suspendido las manifestaciones que tenían planeadas realizar en estos días. Y lo mismo está sucediendo en Moquegua, Tacna y otros lugares que son escenario de movimientos antiinversión.

Demasiada coincidencia que todos ellos se hayan replegado al mismo tiempo justo ahora que ingresamos a la recta final del referendo en el que se decidirá la suerte de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán de la Puente, jefa del partido izquierdista Fuerza Social.

En las entrevistas periodísticas que ha brindado la regidora Marissa Glave, dirigente de Tierra y Libertad, se ha negado a responder las preguntas sobre Conga, Cajamarca y los movimientos antimineros.

Todo indica que la izquierda se ha puesto de acuerdo para bajar al máximo su perfil antisistema y suspender su accionar saboteador de la economía hasta después del 17 de marzo para no ahuyentar a sus inesperados aliados de hoy contra la revocatoria: la Confiep, el PPC y otros grupos presuntamente comprometidos con la democracia y la libertad económica.

Después del 17 de marzo, sin duda que la izquierda volverá a tomar su camino natural y reanudarán su sabotaje antiinversión. Lo más probable es que entonces haya más Congas, más muertos, más destrucción de bienes públicos y privados, más caos, más incertidumbre.

A los nuevos aliados de la izquierda habría que preguntarles si acaso creen que en política hay casualidades, si acaso creen que los enemigos declarados del modelo económico de pronto han entrado en razón y comprendido que la inversión es fundamental para erradicar la pobreza. ¿Qué ha pasado, los enemigos declarados del modelo económico de pronto han entrado en razón y comprendido que la inversión es fundamental para erradicar la pobreza? O si acaso piensan que Santos, Saavedra, Arana, Mollohuanca, Glave, Huamán, etc., se han convertido de la noche a la mañana en promotores de la inversión privada, han renunciado mágicamente a sus posiciones radicales para ser ahora moderados y conciliadores.

A los políticos y empresarios que hoy están haciendo el papel de compañeros de ruta de la izquierda en el proceso de revocatoria habría que recordarles cuanta verdad encierra el refrán que dice: “Cría cuervos y te arrancarán los ojos”. Ya lo verán.