El tema vuelve a la actualidad, tratando de pasar en río revuelto, mientras el país se encuentra preocupado por la devaluación, nos enteramos que la Asamblea Nacional aprueba un proyecto de acuerdo de intercambio de prisioneros con Francia.
El proyecto de ley, busca abrir la vía, para que el terrorista Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos "El Chacal", regrese a Venezuela bajo la ficción de que cumpliría la condena en su país de origen.
Las alarmas se han activado en París. Un país con el grado de desarrollo de Francia permite que dos ministerios, Exteriores e Interiores, procedan con objetivos sectoriales. Por un lado un Embajador que desea tener buenas relaciones donde está acreditado, vender sus productos y conseguir jugosos contratos y por el otro se encuentran los encargados de la seguridad nacional que no pueden permitirse tomar las cosas a la ligera.
Nadie ignora la opinión del presidente Chávez sobre el detenido, defendido desde el inicio. En noviembre del 99 acusó a Francia de tenerlo secuestrado, definiéndolo como un "luchador revolucionario", que está pagando cadena perpetua "injustamente". El gobierno francés se apresuró a contestar que Carlos fue condenado por terrorismo y asesinato.
Francia se inquietaba desde el 94, solicita vigilen la familia de Carlos. Advierten del peligro que en Venezuela se forme una célula terrorista, relacionada con grupos de extrema izquierda y con el narcotráfico, que puedan atentar contra sus intereses.
Ese es el hombre que por su "profesión" necesita el extremismo islámico en Venezuela. Podría convertirse en pieza clave de la internacionalización de la "revolución bolivariana", la que pretende asumir y financiar Irán.
El exembajador iraní Mohammed Razza Hidari denunció que tras haber sido supervisor de vuelos en el Aeropuerto de Teherán puede atestiguar que "Venezuela envía armas compradas a criminales y uranio adquirido a organizaciones de la mafia". En esa época también vio a "muchos grupos latinoamericanos de Hezbolá que llegaban a Irán para adquirir conocimientos".
La alarma también se encendió en Estados Unidos quien investiga esos vínculos, los americanos sospechan que el gobierno venezolano está ayudando al país islámico a evadir las sanciones económicas impuestas por su programa de desarrollo nuclear.
Washington inició las averiguaciones tras la detención en Alemania del expresidente del Banco Central de Irán, con un cheque de 300 millones de bolívares (70 millones de dólares). El antiguo ministro Tahmasb Mazaheri, provenía de Turquía y fue arrestado en Düsseldorf, por mentir y haber declarado que viajaba con menos de 10.000 euros. Violando leyes contra el blanqueo de capitales y el financiamiento de redes terroristas.
Mazaheri es director del Banco Internacional de Desarrollo, banco iraní con sede en Caracas, filial del Export Developement Bank of Iran, que proporciona servicios al Ministerio de la Defensa iraní.
La última denuncia en la materia, es el apoyo de Venezuela a la penetración de la guardia revolucionaria iraní en América Latina.
El responsable es el peruano Edwar Quiroga Vargas, alias Vargas Houssein o Yaku, quien viaja por todo el continente, dictando conferencias para sostener la revolución bolivariana, se ha fotografiado al lado de Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Rafael Correa, dictando cursos sobre el Islam en México y repartiendo el Corán.
Con el portavoz de la guerrilla comunicacional iraní y con el responsable de Hezbolá en Latinoamérica, Edgardo Rubén Assad, conocido como Sheij Sahail Assad, discípulo de Mohsen Rabbani, acusado de los atentados a la embajada de Israel y al centro judío AMIA en Argentina.
Rabbani viaja libremente por la región, Venezuela en el 2011, Brasil en el 2010, él y su hermano han reclutado docenas de seguidores a su causa radical, entre ellos los hermanos venezolanos Nasserddine, con su red de lavado de dinero, reclutamiento y entrenamiento a través de los círculos bolivarianos y uno de los hermanos acreditado como diplomático en la embajada de Venezuela en Siria. Fueron incluidos en la lista de personas que apoyan el terrorismo internacional, elaborada por el Departamento del Tesoro en 2008.
Las pruebas abundan: un activista implicado en una conspiración para hacer estallar el aeropuerto de Nueva York, fue detenido cuando viajaba hacia Venezuela.
Israel decomisa en el 2009 un cargamento de armas y municiones rusas e iraníes, a bordo del barco Francop, quien las llevaba al puerto venezolano de Guanta.
En el 2010, Chávez es anfitrión de una cumbre de terroristas en las que participaron altos líderes de Hamas, un jefe de operaciones del Hezbolá y el secretario general de la Jihad Islámica de Palestina. La cumbre sugerida por Irán, fue organizada ¡sorpresa! por Nassereddine.