Las Malvinas en referéndum, ¿ilegal?

Los habitantes de las islas Malvinas se preparan para participar en un referéndum programado para este 10 y 11 de marzo. Sin embargo, este proceso electoral no sólo no pondrá fin ni zanjará la disputa respecto de la soberanía sobre este territorio sino que resulta, a todas luces, un mecanismo sin sentido respecto de los acuerdos nacionales e  internacionales.
 
El 14 de junio del año pasado se consideró la cuestión de Las Islas Malvinas en el Comité de Descolonización por parte de los representantes de la llamada Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas. En este se acordó la realización de un referéndum, noticia que ha sido avalada, defendida y entusiastamente apoyada por las autoridades británicas que además de respaldarla han iniciado una campaña diplomática de apoyo respecto de la iniciativa.
 
El apoyo británico, sin embargo, no es desinteresado. Es más, resulta lógico, ¿por qué? Como señalan tanto las Naciones Unidas y la República Argentina, el referéndum no es un mecanismo aplicable que resuelva la cuestión de las Islas Malvinas pues se trata de una población implantada y no de un pueblo sometido a la subyugación, dominación o explotación de una potencia colonial. Entonces, el referéndum consiste en un ejercicio tautológico impulsado por británicos para preguntarles a ciudadanos británicos si quieren seguir siendo británicos. Así como lo leen.
 
Según el último censo, estarían en condiciones de votar entre 1500 y 1800 habitantes de las Islas Malvinas y, sin embargo, la celebración del mismo no alterará la esencia de la Cuestión de las Malvinas y no pondrá fin a la disputa de soberanía ni a los derechos argentinos. Vale decir, se trata de un referéndum inútil que no logrará, sino constituir un gesto político dirigido desde Reino Unido con el fin de solidificar su presencia en la zona.
 
Sin embargo, no se pueden ignorar los orígenes de la disputa de la soberanía que tiene carácter colonial como defienden tanto la República Argentina y las mismas Naciones Unidas que señalan que este caso es “especial y particular” y defienden la reanudación de las negociaciones, dejadas de lado por el Reino Unido, entre ambos países tomando en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.  A ello hay que añadirle la Declaración Especial suscrita por los países miembros de la UNASUR y del MERCOSUR en que manifiestan que el referéndum en nada altera la esencia de la Cuestión de las Islas Malvinas ni pone fin a la disputa de soberanía.
 
Señalamos, además, que históricamente el Perú ha sido siempre un aliado de la posición argentina, razón por la cual extraña que algunas publicaciones (como el caso de la Revista Somos, del grupo El Comercio en el mes de diciembre) hayan dedicado una portada y una nota con apoyo al mencionado referéndum.
 
Desde Otra Mirada, consideramos fundamental que se reanuden las negociaciones entre ambos países y no se desconozcan los acuerdos internacionales que señalan claramente la inutilidad del referéndum propuesto y abogamos por una resolución del tema de soberanía a partir del diálogo y no de impulsos extranjeros que dividen la región y constituyen una afrenta.