Más allá de la economía y del fútbol, lo institucional.
Ojalá que la “sana envidia” que el ministro de Economía chileno acaba de declarar que tiene por el Perú sea la expresión de la mayoría de sus compatriotas después del partido de fútbol de esta noche en el Estadio Nacional.
La declaración de Fernando Longueira no aludía, sin embargo, al torneo por la clasificación a Brasil 2014, sino al crecimiento económico del Perú, el cual marcha –felizmente– mucho mejor que nuestro fútbol.
“Nos da sana envidia que Perú esté creciendo más que Chile, pero no los sentimos como una amenaza sino como una oportunidad”, dijo Longueira durante la Expo Perú Chile 2013 realizada esta semana en Santiago, quien también destacó las RIN peruanas de US$ 68 mil millones.
Perú y Chile están, en efecto, entre las cinco economías de la región que más crecieron en el año 2012. Perú en el tercer lugar, con 6,3%, mientras que el vecino del sur lo hizo en 5,6%. Son dos registros que despertarían “sana envidia” en el mundo desarrollado en un contexto de incertidumbre como el que aún se vive.
“Me alegra que Perú sea acogido por los inversionistas a nivel mundial. Nosotros saludamos el milagro peruano”, agregó Longueira.
Ahora bien, la verdad es que la “sana envidia” debiéramos tenerla nosotros porque, no obstante que la economía peruana viene creciendo a tasas importantes, lo cual está muy bien, lo cierto es que el nivel de desarrollo alcanzado por Chile aún está muy lejos en muchos aspectos que no solo incluyen el lado económico.
Está, por ejemplo, el PBI per cápita, que en Chile es de US$ 16.701, más del doble del Perú (US$ 7.325). O, también, la ubicación en el ranking de desarrollo humano: mientras que el Perú está en el puesto 77 (de un total de 187 países), Chile se encuentra bastante más arriba, en el 40.
Los servicios públicos y la infraestructura de Chile también es muy superior a la peruana, pero la distancia no solo está en los asuntos económicos y sociales sino, también, en los políticos e institucionales. Por ello, por ejemplo, una elección presidencial chilena produce mucho menos incertidumbre que en el Perú, pues mientras en el vecino del sur existen partidos políticos, los nuestros son prácticamente un grupo de amigos que se junta para llegar al poder colgado del saco de algún caudillo.
La distancia económica y política entre Perú y Chile sigue siendo considerable, pero eso no es, felizmente, lo que está ocurriendo con la relación bilateral en el contexto del diferendo en La Haya, la cual está cada vez más sólida, tanto, que nada va a pasar si esta noche –como todos queremos– logramos un triunfo en el Estadio Nacional, en medio de un partido llevado con todo orden (Con información del diario La República).