Sábado 04 de mayo 2024 | Contáctenos
En el marco de las eliminatorias por el mundial de Brasil 2014 nuestro país disfrutó de una revancha histórica deportiva. Ocho años tuvieron que pasar para que la selección nacional por fin ponga un alto al maltrato psicológico que hemos vivido los peruanos durante los últimos años al no poder derrotar a Chile en un partido de fútbol.
Este triunfo, más allá de nuestra casi imposible clasificación al mundial, trasciende el ámbito deportivo hacia el ámbito político, fortaleciendo el sentimiento patriótico, generando identidad nacional y empoderando a la población frente a los históricos desencuentros que tenemos con los vecinos del sur. La victoria frente a Chile nos reivindicó. Nuestro pueblo sediento de triunfos vibró en el estadio y tomó las calles y parques del país porque, así como en el deporte la característica fundamental es la competencia y la confrontación, en la vida misma y en la política también lo es.
En el mundo la competencia entre países por lograr el desarrollo y la hegemonía es constante y el Perú ya está enrumbado en ese camino cosechando éxitos políticos permanentemente en los últimos diez años. La población lo siente y se convierte en protagonista de estos éxitos, hace suyas las victorias que finalmente contribuyen y abonan a la construcción del sentimiento nacional. La victoria en el fútbol ha sido una válvula de escape para un resentimiento largamente acumulado; sin embargo, hay que tener claro que este logro aunque significativo se concreta sólo en un cuadro de posiciones que genera expectativa para otros aspectos de nuestra vida nacional.
Nota publicada en larazon.pe
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