No era "fraude"

En trance eleccionario me ratifico en mi convicción de que los opositores más eficientes son los criminales: su vesánica barbarie es lo que al Gobierno resta más votos por ser sangrante prueba de su ineficacia en combatir la delincuencia. Semejante ausencia de la autoridad es más patética cuando a diario sufren destrozos y hasta muerte los pobres quienes, vaya coincidencia, son la gran mayoría que por lustros apoyó al oficialismo en innúmeras elecciones. El ser víctimas desprotegidas causa gran y dolorida decepción de un Gobierno que no ha sido tal en ese aspecto porque no hace presencia, lástralo un cinturón de rémora legislativa (leyes alcahuetas) y así tolera la más escandalosa impunidad de toda laya de delincuentes. En un país yugulado por los criminales no puede hablarse de libertad y soberanía, salvo por irrisión...

Debilidad patente hay en la oposición, que no logra sintonizar con el pueblo ni convencerlo y pese a también contar con gente de predicamento, recayó crasamente en el error de candidatear al mismo inane Radonsky, cuyas grandes y evidentes limitaciones, así como su defectuosa gobernanza (el hampa señorea) desprecio a sus conmilitones y clamorosa derrota reciente, haríanlo inelegible para todo grupo con sindéresis. Además está baldado por su participación protagónica en dos ignominias: la cayapa contra el solitario ministro Rodríguez Chacín (algo insólito en esta tierra de hombres valientes) y la salvaje agresión a una embajada, lo cual expuso a Venezuela al ludibrio internacional. Por su deliberada incuria -era el alcalde- en tan atroz cobardía, se lo llevan de calle. Tan curioso prurito de los opositores me recuerda la burla del "Príncipe de los penalistas italianos" hacia los bígamos: una vez, decía Carrara, metieron la mano en un saco lleno de víboras con la ilusión de tomar la única sierpe no venenosa y fueron emponzoñados; pero no aprendieron y ¡volvieron a meterla e igual! Recuerdo que ya Petrarca, en la Edad Media, proclamaba la dolendis voluptas, el placer de sufrir...

El candidato Maduro anunció, con acento apocalíptico, un ataque a fondo contra la criminalidad: se ha visto en Caracas -desde hace meses- un notable aumento del patrullaje con disminución del crimen y sirva como ejemplo la Panamericana.

Como siempre, vienen con la cantilena de que la elección debe ser "limpia". Según Carter es la más auditada y limpia del mundo. Democracia es voluntad mayoritaria. Tal es su inequívoca quintaesencia. En lo claro no se interpreta. No caben leguleyerías. Desconocer aquella voluntad es lo más turbio. Respétese el consabido resultado. Máxime por la harto masiva, impresionante y pedagógica verdad, recién probada apodícticamente, de que no era "fraude"...