Tras aumentar la tención entre las dos Coreas, Seúl ordenó a la Armada de Corea del Sur enviar dos destructores a las costas oriental y occidental de la península coreana para vigilar los preparativos para el posible lanzamiento de un misil por parte de su vecino del norte.
Se trata de dos destructores Aegis, de 7,6 toneladas, equipados con un sistema de radar SPY-1, capaz de rastrear varios objetivos a la vez a una distancia de hasta 1.000 kilómetros.
Asimismo, anunció que Corea del Sur también activó el sistema de defensa antimisiles Green Pine y el avión de alerta temprana E-737 Peace Eye, producido por Boeing.