Desde que el Perú empezó la ruta de firmar Tratados de Libre Comercio, los beneficios que ha conseguido la economía han sido cuantiosos.
Sólo en los últimos años, nuestras exportaciones lograron multiplicarse por 6.5 veces (pasaron de US$ 7 mil millones el 2001 a US$ 46 mil millones el año pasado) y se espera que al culminar este gobierno, en un horizonte de 15 años, nuestras ventas al mundo se hayan multiplicado más de 12 veces (de los ya mencionados valores del 2001, se pasaría a US$ 86 mil millones, según cálculos oficiales).
Estos tratados no sólo impactaron en mayores valores exportados, sino que también permitió articular la cadena productiva y fomentar que un mayor número de empresas a nivel nacional, con importante efecto descentralizador, haya volcado sus negocios hacía el mundo. Incluso, no sorprende que el impacto que ha tenido la ola exportadora en el crecimiento sostenido local, también haya aportado a una mejora sustancial en los ingresos per cápita en las zonas rurales, aspecto que era muy cuestionado en años pasados cuando se señalaba que el modelo no chorreaba. Sin embargo, ya existen estudios y evidencia empírica que demuestran que si se registra una mejora del bienestar.
Considerando que ya tenemos firmados 17 tratados, el viceministro de Comercio Exterior acaba de señalar que nuestra meta es llegar a un total de 20 TLC firmados a fines del presente año.
Por lo pronto, no falta mucho para que ya entren en vigencia los acuerdos que han sido suscritos con Costa Rica, Guatemala y Venezuela y en cartera para iniciar negociaciones se encuentran Cuba, Nicaragua y Rusia (este último una economía importante y miembro de los BRICS). Además, es importante destacar que existe un trabajo conjunto entre el MINCETUR y el sector privado, de tal manera que se va estudiando cuáles son los mercados que nos conviene evaluar, para iniciar los contactos que permitan encaminar un determinado acuerdo comercial.
Lo sucedido con China es destacable. Con esta economía, que según Euromonitor será la mayor economía del mundo en el 2017 (esto gracias a las grandes industrias, la mano de obra barata y su mayor población mundial, con la expectativa de que para el 2020, su PBI represente el 19% del PBI mundial), se viene registrando una experiencia favorable, al punto que en los 3 años que tiene de vigencia el TLC firmado, las exportaciones al gigante asiático han reportado un crecimiento promedio anual del orden del 25 %.
Incluso, el TLC con EE.UU. que fue el que mediáticamente más se promocionó, ha permitido que en cuatro años de vigencia, nuestras exportaciones crezcan en 105 %.
Sin duda, tomar la ruta de los TLC fue una decisión positiva que se tomó en la primera mitad de la década pasada. Ahora, resta no sólo seguir ampliando el universo de acuerdos, sino, impulsar las reformas que permitan concretar el llamado TLC interno y que nos permita contar con toda la infraestructura requerida para poder maximizar los beneficios que pueden generar los múltiples acuerdos que ha venido firmando el país a lo largo de estos últimos años. Del gobierno depende.