Oneroso costo político por compra de La Pampilla

César Gutiérrez, autor de estas líneas

Parecía obsecuencia irracional fruto del desconocimiento, la voluntad “humalista” de la adquisición de la empresa Refinería La Pampilla S.A. (RELAPASA); sin embargo el discurrir diario nos está dando señales inequívocas que hay algo más. Se pone en evidencia una vocación estatista, bajo la consigna de convertirse en el agente preponderante en el manejo de la producción y comercialización de combustibles, que  transa localmente cerca de 12,000 millones de dólares anuales. Es poder económico para el poder político. En un ranking empresarial por volumen de ventas, el estado pasaría a ser el mayor empresario.

En descargo, los adeptos a la operación exhibirán a la colombiana Ecopetrol y la brasileña Petrobras,  dos casos exitosos en donde el estado es accionista conjuntamente con privados. Agregarán que se hará lo mismo y que se incluirá a capital que no es del estado peruano en el accionariado. Falacia, para llegar a ser similares primero hay que tener diseñada una estructura legal, societaria, corporativa y laboral; que no la tienen. Y si se piensa conseguir socios a través de mecanismos bursátiles, que sería lo correcto, la preparación de una venta de acciones (IPO) bien elaborada requerirá no menos de un año; plazo demasiado extenso para confiar que este gobierno con su apetito reeleccionista lo haga, corriéndose el riesgo que el estado se quede con la mayoría de las acciones y el control de la empresa. La gestión no sería la óptima, pues hoy en el estado peruano los profesionales tienen grandes limitaciones para un desempeño eficiente.

Los inversores privados de mayor relevancia en territorio peruano, los poderes fácticos, inevitablemente entrarán en una gran desconfianza sobre el futuro del manejo económico en el Perú y van a retraer las inversiones, lo que va ser nefasto para una economía que está creciendo no por las virtudes del gobierno, sino por una tendencia inercial que lleva cerca de 12 años continuos. El “humalismo” y sus entusiastas adláteres no están siendo conscientes de este hecho y continúan adelante con su aspiración de adquirir Relapasa. Será muy importante que los gremios empresariales se preocupen  de la situación y persuadan a la pareja gobernante, para que detenga el despropósito.