El chavismo con Maduro

La ajustada victoria del nuevo presidente de la revolución bolivariana, Nicolás Maduro, lo obliga a realizar una lectura realista sobre el nuevo escenario político en su país para un líder chavista sin la presencia de Chávez. Contrariamente al triunfo arrasador que todos esperaban como respuesta de la maquinaria chavista, los resultados demuestran la gran responsabilidad que tendrá que afrontar Maduro en los próximos días, frente a una Venezuela que empieza a cuestionar el proyecto del socialismo del siglo XXI. La difícil situación económica por la que atraviesa este país le exige tomar medidas inmediatas que den tranquilidad y confianza a la población, tanto a los que respaldan el modelo socialista como a aquellos que han expresado sus dudas en las urnas.

La continuidad del modelo dependerá del necesario sello personal que imprima Maduro en su gestión, la configuración de una imagen propia que defina la aplicación de nuevas medidas políticas dentro del modelo base. Hay que tener en cuenta que la permanencia del chavismo en el poder dependerá también del liderazgo que ejerza Maduro en su país que le permita mantener cohesionada a la base social que lo respalda sumado a la habilidad para ganar seguidores y no perderlos con el tiempo.

En estos momentos de inicio de su gobierno vemos todavía a un Maduro que no está totalmente empoderado. Como ejemplo, tenemos las cambiantes posiciones respecto de la auditoría de las elecciones y el apurado viaje a Lima para reunirse con los presidentes de Unasur y ganar el respaldo internacional, lo que seguramente no hubiese sucedido si se trataba de Hugo Chávez, ello sin tomar en cuenta un hecho que no debería pasar desapercibido, como es el “extraño error” cometido por la seguridad de Maduro en pleno acto de juramentación presidencial.

Nota publicada en larazon.pe