Se necesita con urgencia una reingeniería de la estructura escolar. El mundo académico -¡cosa curiosa!- es refractario a modificaciones de fondo. Apenas si preconiza cambios de forma. Un ejemplo son las mutaciones de nombre de las asignaturas. Lo que antes es "Castellano" ahora es "Comunicación y Lenguaje", lo que fuera "educación primaria" hoy es "básica", la "secundaria" se rotula "media". Los mismos colegas son rutinarios. Hasta los chistes con que suelen amenizar las clases, año a año, son los mismos. Se recuerda a Lampedusa, en el "Gato pardo", ello por la frase "todo debe cambiar, para que siga igual".
Hoy surgen Liceos Bicentenarios. No implican ninguna reingeniería. Se intenta la clonación, en áreas desvalidas o distantes, del "Carmela Carvajal" y del Instituto Nacional. Comienzan en 7º Básico lo cual ya es una deformación centenaria conocida como "Preparatorias". ¿Cuál es la estrategia de selección de los postulantes o no la habrá? ¿Cómo se renovará la planta docente o se recurrirá a los mismos colegas del lugar? Desde otro ángulo, ¿es conveniente que apunten sólo a la U? Ello implica que, por las promociones automáticas, los egresados pugnarán por convertirse en ingenieros, abogados o "doctores"... Esa movilidad social es letal.
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECh
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