En el marco de una conferencia de prensa que coincidió con los primeros 100 días de su segundo gobierno pero que no había sido anunciada, el presidente estadounidense Barack Obama dijo que seguía creyendo “en el cierre de Guantánamo”, tomando de esta manera la posta que el mismo se lanzó en el marco de la campaña presidencial que lo llevaría a juramentar como presidente de la Unión en enero de 2009.
La cárcel de “Guantánamo es caro y es ineficaz”, señaló el Obama, añadiendo que la pervivencia de la prisión “Daña nuestra imagen internacional y reduce la cooperación con nuestros aliados en los esfuerzos antiterroristas”. Y que (por el contrario) era “una herramienta para el reclutamiento de extremistas”, de manera que es “Es necesario cerrarla”.
“La idea, puntualizó un Barack Obama resuelto a ir hasta el final esta vez que 100 de los 166 presos de Guantánamo se encuentran en huelga de hambre, de que vamos a mantener a más de cien individuos en tierra de nadie. La idea de que mantendremos indefinidamente a individuos a los que no se ha juzgado es contrario a lo que somos como país”.
“No quiero que esos individuos (que se encuentran llevando a cabo una huelga de hambre) mueran”, añadió el presidente, haciendo clara alusión a la situación sanitaria de la cárcel norteamericana que se ha degradado seriamente en las últimas semanas, al punto que ha sido necesario enviar refuerzos médicos a fin de ayudar al equipo sanitario de la cárcel que ha sido desbordado por la crisis.