García Pérez se ha dedicado a hacer del "chavismo" una especie de "cuco", buscando desesperadamente que la derecha peruana y la oligarquía mediática, lo apoyen en sus problemas judiciales derivados de los colegios emblemáticos, los narcoindultos, y los programas sobre la distribución del agua, que la Megacomisión del Congreso ha documentado eficaz y objetivamente.
Ahora busca apoyos internacionales (sus conferencias de 50,000 dólares no lo ayudan mucho). Por eso se ha lanzado a una especie de "cruzada" contra el Presidente electo de Venezuela y está apoyando con recursos políticos al candidato derrotado Henrique Capriles. El ex candidato presidencial está aislado, ninguna institución intergubernamental ni gobiernos, sean de izquierda o derecha lo reconocen como "Presidente legítimo".
Solo los ex Presidentes coordinados por José María Aznar (Toledo, Fox, etc) están en guerra contra Maduro, lo mismo que los Vargas Llosa (Miami). Alan busca acercarse a este grupo, fiel a su nuevo estilo neoliberal y conservador.
El Chavismo, murió con Chavez. Nicolás Maduro no está a la altura del ex Presidente venezolano ni tiene su proyección regional ni es un comunicador de masas. No tiene tampoco destreza política como lo tenía Chavez. Pero ello no anula su legitimidad política y electoral, ni el apoyo masivo de la mitad de los venezolanos.
Estando en vida Chavez, la derecha continental entró en pánico y azuzaron el miedo inventando lo de "chavismo". Alan García usó con exito el ardid en el 2006, antes guardó silencio y dejó que Armando Villanueva estuviera cerca de la llamada "Revolución Bolivariana" durante varios años. Pero en vista que el ardid le resultó para ganar la elección, García decidió ir más allá y comenzó a llamar "chavismo" a toda política que implicara justicia social, integracionismo latinoamericano, y recuperación de la rectoría del Estado frente al mercado. De paso, contrabandeó al neoliberalismo (lo llamó modernidad) oponiendose al "chavismo", y de esa forma se sacudió del pensamiento Aprista y de Haya de la Torre.
Pudo entonces justificar su reconversión ideopolítica (en realidad claudicación), y buscó asociarse como nuevo rico con los empresarios mineros y de la agroexportación. De esa forma simulaba su cercanía a los intereses chilenos que lo apoyaron en el 2006.
Todo ello, por supuesto, con la complicidad de los Jorges del Castillo, los Mulder, y las Cabanillas, etc
La derecha venezolana busca la "restauración" de la partidocracia cleptocratica vía golpe de estado. Alan García se ha convertido en un golpista de extrema derecha.Está descalificado para hablar de democracia.
El pensamiento político de Hugo Chavez, fue un conjunto de consignas, buenos deseos y aspiraciones donde se daban cita diversas corrientes doctrinarias, pero nunca Chavez pudo alcanzar la síntesis. En ese sentido, el pensamiento Hayadelatorreano es mucho más estructurado y autocentrado, salvo la grosera tergiversación y trivialización llevada a cabo por Alan García en documentos y seudo libros simplistas y de bajo nivel.
En Sudamerica, hay diversos procesos de izquierda y centroizquierda, muy autónomos en su génesis, del chavismo. Hubo coincidencias estratégicas (caso Venezuela con Brasil y Argentina) pero fueron procesos diferentes, lo mismo con Bolivia, Ecuador, Uruguay y Paraguay.
Sin embargo, la derecha continental, la misma que no es democrática sino autoritaria y creyente del biologismo político (los pobres son los culpables de su situación, los derechos sociales solo sirven para crear vagos, afirman sus ideologos), metió en un mismo saco a todos los gobiernos progresistas. Y creó el "cuco" del Chavismo.
El famoso "estatismo" y el "chavismo" agitado por el infantil Alan García se desdibuja, cuando se observa el "Pacto por México" suscrito por los grandes partidos mexicanos (PAN PRI, PRD). Se combate los monopolios, se combate los poderes fácticos y se restaura la rectoría del Estado. Ese es el auténtico pragmatismo con una visión nacional y modernizadora.
Urge relanzar el Aprismo histórico sin Alanismo ni corrupción en América Latina.