Lo contrario del Amor no es el odio. Lo contrario del Amor es el Miedo. Cuando tu consciencia está en el Amor, te sientes en paz, pleno, fuerte, radiante, vital, poderoso, confiado. Nada te frena, nada te obstaculiza, simplemente ERES y quieres DAR tu amor y contagiar tu alegría a todo el mundo, porque el Amor es expansivo.
En cambio el Miedo oprime. Cuando tienes miedo, toda la alegría en ti se desvanece. Te sientes confundido, inquieto, inseguro, incapaz, abatido e incluso: paralizado. Cuando tienes Miedo pierdes toda tu energía creativa en procesos mentales inconsistentes. Quieres conocer las cosas de antemano, para poder “prepararte”. Quieres poder controlar o sentir seguridad, lo que te mantiene siempre dentro de una misma zona de comodidad.
Cuando vibras en Amor todo lo aceptas, pues a nada temes. Te entregas a la vida, a los desafíos, a los demás, sabiendo que no ocurrirá nada que no deba ocurrirte, y lo que suceda será aquello que necesites para aprender y superarte. No te hace falta confrontar o defenderte, no generas juicios, no te preocupas, no te alienas, no sufres. Como no opones resistencia, fluyes sin obstáculos. Cuando vibras en Amor, no tienes edad, tu cuerpo está sano y tu energía plena. Puedes hacer realidad todo aquello que quieras porque posees una enorme Fe en ti y puedes sentir el modo en que el Universo se confabula a tu favor. Cuando vibras en Amor no sufres: juegas. No controlas: experimentas. No eres tú: eres el Todo.
Mientras más te busques a ti mismo, más en el plano del Amor vas a situarte; mientras menos te respetes más te alejarás de ese Amor en el que todo dilema aparece solucionado.
Salir del miedo implica salir de la dualidad, es decir, de la concepción de que existe un “Bien” y un “Mal”. Por eso es que cuando realmente Amas a alguien, no lo juzgas, no puedes juzgarlo… porque el Amor verdadero es comprensión del camino del otro y de sus dones y dificultades, es absoluta ACEPTACIÓN. Cuando existe Aceptación todo cobra un sentido que no puedes soslayar, todo tiene su propósito espiritual, su tiempo adecuado de nacer, de morir o transformarse para contribuir con el equilibrio Universal. El Universo siempre busca un equilibrio, no puede existir sin él. Pero ese equilibrio no es quietud, es movimiento contínuo.
Aquí en la materia, muchas veces tendemos a pensar que estar en “paz” es vivir una realidad estable. Esto puede parecer pacífico para la mente puesto que le dá la sensación de que puede “controlar”… En tiempos de estabilidad puedes llegar a sentirte poderoso, dueño de tu vida, amo del mundo. Pero esto en realidad es un escenario ilusorio. Te sirve durante un tiempo, mientras estás aprendiendo algo nuevo, y luego, la tendencia del universo es que… LO QUE NO GENERA CRECIMIENTO, SE DISUELVE, para dar lugar a algo que te lleve a descubrir y descubrirte. Te das cuenta de lo inestable de tu equilibrio interno cuando se te plantea alguna situación imprevista: una muerte, una enfermedad, una separación, una crisis… llamémosle “accidente”. Un accidente no es tal en realidad, sino que es tu propio Ser llamándote a reconocer que te habías estancado en algún punto del camino.
La principal causa de nuestro alejamiento del Amor suele ser el apego a aquellas cosas, situaciones, personas que por un momento (años o siglos) llegaron a convertirse en símbolos de “seguridad”. Perder esa “seguridad” nos aterra, porque la mente no puede comprender de antemano el aprendizaje subyacente y simplemente siente una separación, una pérdida de lo ya conocido. La materia tiene esto: nos lleva a considerar que las cosas empiezan y terminan en lugar de que todo fluye, y nos lleva a temer esos principios y finales y por ende, resistir al cambio. Cuando estás poniendo resistencia a algo, cualquier cosa que ésta sea, no estás en el Amor, sino en el Miedo. Debes saber que todo lo que se marcha de tu vida es porque ya te ha dado todo lo que tenía para dar, ha cumplido su ciclo.
Creo que en primer lugar tememos al cambio porque nos hemos olvidado de que somos Amor, que es Equilibrio en Movimiento. Darnos cuenta de esto nos libera en gran parte de la presión interna: no tenemos que “aprender” el Amor, sólo recordarlo. No tenemos que esforzarnos, SOLO PERMITIRNOS SER LOS QUE REALMENTE SOMOS.
Paso a paso, la búsqueda interior te irá acercando más y más a esa esencia interna que es Amor. La encontrarás siguiendo a tu Felicidad, Reconociendo tu Propósito, Aceptando el Ahora, Celebrando tu Encarnación… Si sientes que no puedes manifestar hoy el Amor completamente, no te juzgues, porque te juzgarás desde la mente. Acéptate, como te acepta tu Ser, que es Amor.
Pero ojo! Que “no-juzgarte” tampoco es quedarte inmóvil en el nivel que estás eternamente, sino dejar de etiquetarte en sentimientos y pensamientos negativos o limitantes. Cuando veas que alguna de tus actitudes resuena más con el miedo que con el Amor, no te desvalorices por ello, porque equivaldría a patearte en contra. Abraza a esa parte tuya que por algo la creaste, que te ha servido durante un tiempo; envuélvela dentro de tu esfera de luz dorada y agradécele haber cumplido su trabajo. Luego de eso, elévala, libérala, con Amor y Agradecimiento, porque has crecido lo suficiente como para no necesitar más de sus servicios y estás listo para experimentar formas más perfectas. Lo mismo cuando te enfrentes a situaciones conflictivas con tus relaciones o en general: no discutas, no te enredes: querer defender tu postura implica que estas sintiéndote amenazado. Si te sientes amenazado no estás situado en tu Poder, no estás teniendo en cuenta que eres Uno con el Cosmos. Cuando te sientes amenazado reaccionas desde el miedo. Cuando observas las actitudes de los demás desapegándote de lo que hacen (por más que se trate de ataques directos), sintiendo que no te atacan a ti… sino que atacan porque ellos mismos tienen Miedo… tienes la opción de variar tu postura y en lugar de defenderte, abrazarlos. Abrazarlos en tu visualización, energéticamente. Englobarlos en tu propia esfera de luz, porque si eres Uno con el Cosmos eres Uno con los demás, con las sombras, con el Todo.
Al incluirlos dentro de tu esfera de Luz los elevas a tu propia vibración. De ahí, Ho’ponopono o la técnica que quieras para soltar, liberar y entregar ese temor, esa energía para que sea devuelta a su equilibrio.
Luciana Cámpora, autora
www.lucianacampora.com
Libros y escritos para el Desarrollo Personal y Espiritual