Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, exigió a finales de agosto de 2009 la retirada de una serie de la controvertida animadora peruana Laura Bozzo, que se promocionaba en el canal público TC-Televisión.
El mandatario ecuatoriano retó entonces al director de esa empresa, Carlos Cuello, y le pidió que no presente el programa, aunque luego reveló que el canal ha decidido no llevar a su pantalla el reality show de Bozzo.
"No podemos ser tan inconsecuentes. Entonces, ahorita mismo me quitas esa porquería del aire", reclamó Correa en su habitual informe sabatino, en el que calificó al programa de Bozzo como una inmoralidad.
El mandatario dijo que ese tipo de programas se podrían presentar en la televisión privada y remarcó que ello no puede ocurrir en un canal del Estado.
Según señaló, los directivos de TC-Televisión le habían explicado que la contratación del programa de Bozzo intentaba subir el raiting o audiencia del canal, justificación que Correa no aceptó.
El argumento que me dieron es que (ese tipo de programas) suben el raiting Por el amor de Dios, a un drogadicto no le voy a dar drogas porque le gusta, reprochó Correa.
Bajemos el ráting y mejor eduquemos a nuestra gente. No podemos caer en la práctica de esta prensa inmoral y corrupta, que lo que hacen es un negocio de la comunicación, añadió el gobernante.
Reiteró, sin embargo, que TC-Televisión ha decidido no presentar el programa, ante una serie de comunicaciones llegadas al canal de televidentes y organizaciones sociales, que solicitaban que no se pase el programa.
Maravilloso, porque yo no iba a permitir que esa porquería se lance al aire en un canal, que en estos momentos, es un canal del Estado, apuntó Correa.
TC-Televisión es uno de cientos de bienes que el Estado se incautó el año pasado y que pertenecían a ex banqueros deudores del fisco desde la crisis financiera que se desató en el país en 1999.
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