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Lunes 17 de junio 2013

¿Cómo se hicieron ricos los países ricos?

Por: Rafael Rodríguez Campos (*)
¿Cómo se hicieron ricos los países ricos?
Foto: Difusión

Esa es la pregunta que el reconocido economista coreano Ha-Joon-Chang responde en su extraordinario libro titulado “Retirar la escalera”. Lo que hace este autor en este texto es brindarnos una mirada distinta a la comúnmente planteada por la ortodoxia dominante en torno a la manera cómo los países ricos alcanzaron posicionarse en la cumbre del progreso y desarrollo. Aprovechemos entonces esta oportunidad para reseñar brevemente este importante libro.

La fórmula que “todos debemos seguir”

En nuestros días, los países en desarrollo (PED) sufren importantes presiones por parte de los países actualmente desarrollados (PAD) y de la academia económica y política internacional a la que éstos controlan para que adopten un conjunto de “buenas políticas” y “buenas instituciones” que impulsen su desarrollo económico.

En otras palabras, estas “buenas recetas” son, en términos generales, las prescritas por el llamado Consenso de Washington, las mismas que le fueron impuestas a los PED desde los inicios de la década de los ochenta (en el Perú a partir de los noventa).

Las “buenas políticas” y las “buenas instituciones” son éstas

Hablar de “buenas políticas” supone hacer referencia a: 1) Políticas macroeconómicas restrictivas; 2) Liberalización del comercio internacional; 3) Liberalización de la inversión; y 4)  Privatizaciones y desregulaciones. En cambio, cuando hablamos de las “buenas instituciones” hacemos alusión a:  1) La democracia política; 2) La “buena” burocracia; 3) Un Poder Judicial Independiente; 4) Derechos de propiedad bien protegidos (derechos de propiedad intelectual); y 5) Instituciones de gestión gubernamental y financiera transparentes y orientadas hacia el mercado (incluyendo un banco central políticamente independiente).

Existen diferencias entre unas y otras

Como se puede apreciar, existe una diferencia entre políticas e instituciones. Según el propio autor, puede decirse que las instituciones son arreglos más permanentes, mientras que las políticas se cambian con mayor facilidad. Por ejemplo, subir los aranceles de ciertas industrias constituiría una “política”, mientras que el propio arancel puede ser considerado una institución.

¿Las únicas recetas hacia el desarrollo son las que el Consenso de Washington nos ha impuesto?

Al parecer no, justamente lo que el autor cuestiona es si todas estas recetas deben ser adoptadas en los PED y la manera cómo se lleva adelante este proceso. Incluso, lo que el autor pone en debate es si en determinados PED los costos en la implementación de las mismas no resultan siendo mayores que los beneficios (ejemplo: las patentes, la privatización o la desregulación ilimitadas).

Al mismo tiempo, lo que el autor hace es lanzar una hipótesis provocativa que básicamente es ésta: Los PAD no se hicieron ricos siguiendo el camino que ahora pretenden imponer a los PED. Y ello a su vez, lo obliga a lanzar una pregunta subversiva: ¿Por qué los PAD quieren imponer medidas que ellos no adoptaron cuando empezaron su camino hacia el desarrollo? Para resolver esta interrogante, y corroborar su hipótesis, el autor estudia, como veremos, la historia económica de una serie de PAD.

El camino hacia el desarrollo no es el que impone Washington

El autor afirma  lo siguiente: Los PAD no llegaron a donde ahora están mediante las políticas y las instituciones que recomiendan actualmente a los PED. En su mayor parte, pusieron en práctica políticas comerciales e industriales “malas”, tales como políticas de protección a la industria naciente y subsidios a la exportación, prácticas que hoy en día son desaprobadas, cuando no activamente rechazadas, por la OMC (Organización Mundial del Comercio).

USA

El autor nos recuerda que en la obra de Smith “La riqueza de las Naciones” se señaló que los estadounidenses cometerían un grave error si buscaban la promoción de su industria naciente a partir de medidas proteccionistas contrarias al “libre cambismo”.

Afortunadamente (lo dice irónicamente), los estadounidenses rechazaron con firmeza el análisis de Smith a favor del “sentido común” y “del instinto de lo que realmente era necesario hacer para su nación”, procediendo a proteger sus industrias nacientes con gran éxito a partir de 1816, para luego, y después de casi 100 años, convertirse, en parte gracias a estas medidas, en el líder industrial y en el centro intelectual a nivel global.

Inglaterra

El autor nos demuestra que Inglaterra fue en realidad el primer país en perfeccionar el arte de la promoción de su industria naciente (el denominado fortalecimiento hacia adentro), que según este autor, es el único camino hacia la prosperidad de la mayor parte de los países. Por eso, “quienquiera que no esté convencido de la validez del argumento de la industria naciente y de su importancia para el desarrollo, debería estudiar primero la historia de la industria inglesa, sentencia. ¿Y cómo lo hicieron? Simple, implementando medidas proteccionistas que para el caso de los PED los PAD satanizan.

Los PAD (USA, básicamente) son quienes “retiran la escalera”

Recién cuando USA logró consolidar su supremacía industrial de manera absoluta a nivel mundial tras la Segunda Guerra Mundial, empezó, al igual que lo hizo Inglaterra en el siglo XIX, a promover decididamente el libre comercio, pese al hecho de que adquirió esa supremacía mediante el uso nacionalista de un fuerte proteccionismo. Eso quiere decir jalar la escalera. ¿No es acaso una actitud cínica terminar defendiendo un liberalismo radical que ellos mismos no practicaron? Por tanto, impedir que los PED adopten estas políticas constituye una seria limitación a su capacidad de desarrollarse económicamente; y además, un fraude histórico monumental.

Apunte final

¿Lograrán los PED fortalecer sus industrias y consolidar sus economías siguiendo las recetas impuestas por el monocorde discurso del Consenso de Washington? ¿Tendrán los PED la convicción y fuerza necesarias para cambiar la historia? ¿Seremos capaces los peruanos de implementar un plan coherente para el desarrollo de nuestra industria nacional sin pedir el permiso de los grandes grupos de poder económico? Estas son las preguntas que nuestros gobernantes prefieren no responder. Estas son las preguntas que tanto la derecha como la izquierda en nuestro país deben plantearse. Estas son las preguntas que la gran prensa de nuestro país ha preferido callar en todos los idiomas posibles. Amén.


(*) Abogado Pucp. Especialista en temas de Derecho Constitucional y Derechos Humanos. Escribe en diversos medios sobre temas de actualidad política y constitucional. Cursa estudios de maestría en Ciencia Política en la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas del Perú.

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COMENTARIOS
3 comentarios
El Perú debe seguir el ejemplo de los chinos coreanos por eso el economista coreano Ha-Joon-Chang tiene razón, lo que es mejor dar educación al pueblo todos lo dicen pero no lo hacen, solo quieren robar nomas porque son blanquitos.
18 de junio 2013
el racismo es una estupidez crispin, porque te ciega en lo que debes ver, que son las actitudes, la intencionalidad, choros hay de todos los colores, o tienes una estadistica que demuestre lo contrario. o crees que los negros son mas choros tambien?, jajaja, que IMBEEECIL
21 de junio 2013
señor mc carthy acaso Me conoces?. Rejsiguanquichu?.porque me dices imbécil. Que son tu madre y tu padre?. Mamaiqui, tataiquiri?
21 de junio 2013
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