Las crecientes protestas de los indignados en Brasil no sólo tomaron las calles, sino también los medios y las redes sociales. Y la discordia en torno a la millonaria inversión para la Copa Mundial 2014 enfrentó a reconocidos futbolistas de ese país. De un lado, voceros del comité organizador, Pelé y Ronaldo; del otro, afines a los movilizados, Romario, Rivaldo y Neymar. Sus declaraciones expresan bien el inesperado debate brasileño.
“Pido a los brasileños que no confundan las cosas. Estamos preparando la Copa del Mundo, vamos a apoyar a la selección, vamos a olvidar la confusión que reina y vamos a olvidar las protestas”, dijo Pelé con puntapié. La respuesta de Romario, a la canilla, fue inmediata: “Pelé en silencio es un poeta”. Hace dos años lo expresó con más rudeza: “Todo lo que (Pelé) dice es mierda”. Como refuerzo de Pelé circuló una declaración que hizo Ronaldo en diciembre de 2011: “Sin estadio no se hace Copa, no se hace Copa con hospital”. Al frente estaba Rivaldo: “Es una vergüenza estar gastando tanto dinero en esta Copa del Mundo y dejar los hospitales y escuelas en condiciones tan precarias”. Y Neymar dio el toque de gol: “Quiero un Brasil más justo, más seguro, más saludable y más honesto”.
La tribuna quiere fútbol. Pero sin corrupción y con justicia social.