Miércoles 24 de abril 2024 | Contáctenos
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff ha propuesto un referéndum sobre reformas políticas en un esfuerzo por hacer frente a las protestas que han barrido el país.
También se comprometió a aumentar el gasto en el transporte público y se centra en la salud y la educación como parte de lo que ella llamó "cinco pactos" con la gente.
Más tarde se reunió con los alcaldes y gobernadores regionales, de acuerdo a sus planes.
Pero algunos activistas prometieron continuar con mayores protestas, Brasil no había visto esta clase de manifestaciones desde hace al menos dos décadas.
Rousseff dijo que las reformas serían amplias y se centran en cinco áreas:
Responsabilidad fiscal: garantizar la estabilidad económica y el control de la inflación
Educación: invertir el 100% de las regalías petroleras de Brasil en la educación
Salud: la contratación de médicos extranjeros para prestar servicios médicos en zonas remotas y subdesarrolladas
Asamblea Constituyente: el establecimiento de una asamblea para modificar eventualmente la Constitución brasileña para asegurar las reformas hacen que sea "del papel a la práctica"
Transporte público: invertir más de 50 mil millones ($ 25 mil millones reias, 16 mil millones €) para nuevas inversiones en proyectos de movilidad urbana y para mejorar el transporte público
Mayara Longo Vivian, líder del Movimiento de tarifa libre, dijo que había habido "medidas concretas", entre las propuestas de la presidenta y que "la lucha continuaría".
La parte más fuerte de sus propuestas fue sugerir un referéndum para establecer una Asamblea Constituyente para considerar la reforma política. Tiene la ventaja de entregar una decisión de vuelta a la gente, pero también es un compromiso con lo que será un largo proceso que permitirá al gobierno tiempo para tomar aliento.
Algunos ya están argumentando que podría ser inconstitucional - otros se quejan de que la reforma política no necesitaba una propuesta tan elaborada y se podrían haber hecho más eficaz y con mayor velocidad. En un país plagado de ofertas dudosas pocos van a discutir con la idea de hacer de la corrupción un delito más grave. Sin embargo, los brasileños son más propensos a ser impresionado cuando los corruptos son realmente condenados y encarcelados.
El lunes por la tarde, hubo nuevas manifestaciones en varias ciudades, a pesar de que parecen ser más pequeñas que las que llevó a enfrentamientos con la policía la semana pasada.
Cargando...