¡Gracias, Snowden!

Aprovechar la notoriedad para denunciar las grabaciones del gobierno, acoso a periodistas...

El 20 de septiembre del año 2006, en la tribuna de oradores de NNUU, Chávez se persignó y dijo: "Aquí huele a azufre", refiriéndose a la presencia reciente de George Bush. Esa frase, en forma instantánea, convirtió a Chávez en una celebridad mundial. Dondequiera que hubiese alguien con poca simpatía por EEUU, miles de izquierdosos y resentidos a nivel planetario, descubrieron en Venezuela al "anti-Bush". Años más tarde me conseguí en una conferencia de la Unesco con una antropóloga que vivía recluida entre pigmeos en África y sin embargo me habló con admiración de Chávez en la ONU.

Maduro y sus asesores piensan, indudablemente, que Snowden puede ser para este régimen ilegítimo tan importante como fue el episodio en Naciones Unidas para el gobierno anterior. No les importan los Derechos Humanos del gringuito, así como no tienen consideración por los derechos de los venezolanos. Pero ya en todas partes las viudas del comunismo y liberales hollywoodianos alaban la generosidad de Maduro y se maravillan por su valentía e "independencia" frente a EEUU. Cuando Snowden llegue, vendrán centenares de periodistas a entrevistarlo y muy pocos de ellos tendrán interés por lo que pasa en el país que tan desinteresadamente le brinda asilo. Pero es importante tener en cuenta que en siete años la situación ha cambiado. Ya no está la figura carismática de Chávez, la situación económica y social se ha deteriorado vertiginosamente y ya no existe la legitimidad de origen bajo la cual se cobijaba el chavismo. La oposición tiene la oportunidad de aprovechar la notoriedad que nos trae Snowden para denunciar las grabaciones y el escarnio público por parte del gobierno, el acoso a los periodistas y la inexistencia de medios independientes.

Nota publicada en eluniversal.com