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Sábado 20 de julio 2013

¿Por qué tantas Parejas se Separan?

Por: Luciana Cámpora
¿Por qué tantas Parejas se Separan?
Foto: Difusión

Por qué tantos Divorcios en este tiempo? Es una de las preguntas más frecuentes que mis lectores me han hecho llegar por e-mail. Para responderla tenemos que comenzar por comprender cuál es la naturaleza de “este tiempo”.

El momento que vivimos a nivel planetario está pulsando el desarrollo de la individualidad. Habiendo finalizado la Era de Piscis en el 2012, comenzamos ya a transitar de lleno la energía de una Nueva Era Astrológica: la Era de Acuario. Durante 2000 años, Piscis nos zambulló en una exploración profunda de la Dualidad. En una realidad Dual aprendimos que hay Amor y Dolor, Abundancia y Carencia. El planeta mismo se dividió en dos Hemisferios: Oriente y Occidente. En el primero se veneró a la Energía Femenina (Intuición, meditación, aceptación, Quietud), en el segundo se adoró a un Dios “Padre” llevando a su máxima expresión a la energía Masculina (racional, lógica, práctica, Activa).  Hombre y Mujer, como aspectos opuestos y complementarios de la Creación, convivieron juntos pero divididos en su mentalidad  y sus funciones. En este sistema dual, los hijos crecían siendo principalmente educados e influenciados por DOS personas preponderantes, DOS energías: Padre y Madre.

Ahora, todas estas formas comienzan a disolverse, dando paso a otro modelo de experimentación: el Modelo Acuariano. Acuario nos plantea el desarrollo de cada Individuo, para llegar a ser TODO lo que puede ser. Como intrínsecamente, a nivel del Alma, todos somos una Unidad, es decir, Hombre y Mujer a la vez, a eso es a lo que nos está guiando la energía, a INTEGRAR adentro nuestro la Polaridad para llegar a ser seres INTEGROS.

Esto puede conseguirse de diferentes maneras. Por ejemplo, la vida en pareja, ofrece una de las mejores potenciales formas de admitir en uno mismo a la naturaleza del sexo opuesto. En la comunión que da el amor, aprendemos a conocer y aceptar la forma de hacer y de pensar del otro, y de ese modo aunamos en nosotros a nuestra polaridad opuesta y complementaria. Cuando existe confianza y entrega en el vínculo, la relación amorosa entre hombre y mujer abre puertas impensadas e incluso, la unión sexual, poderosa herramienta de limpieza o de contaminación emocional, se vuelve un disparador de crecimiento mutuo. Pero esto no siempre funciona en todas las parejas. Para que el Crecimiento conjunto tenga lugar y cada uno pueda evolucionar en su propia plenitud y autonomía, deben darse tres factores determinantes: 1, apertura: 2, respeto y 3, humildad.

La Apertura es hacia lo que es diferente de nuestros propios códigos y formas. El Respeto es tanto hacia nuestra pareja, hacia su libertad, su deseo de crecimiento, su individualidad, sus tiempos, sus sueños… como hacia nosotros mismos y nuestras necesidades internas. La Humildad es lo que nos permite hacernos a un lado y dejar que los dos primeros factores se manifiesten.

Cuando faltan estos elementos la pareja se estanca. El crecimiento queda disuelto en una marejada de complicaciones y novelas emocionales. El miedo se interpone, ya sea en forma de dependencia, deseo de control, búsqueda de aprobación, miedo al rechazo, miedo a la soledad o a la pérdida, etc… haciendo que cada miembro de la pareja viva inmerso en su propio universo sin compartir abiertamente el del otro. He aquí cuando ambos amantes sienten que pierden conexión y sobrevienen decisiones como la separación o el divorcio.

La separación desde una perspectiva espiritual brinda a ambos la posibilidad de encontrarse a sí mismos individualmente. Salir corriendo a formar otra pareja es en estas circunstancias una pérdida de tiempo, puesto que lo único que se conseguirá será volver a chocar una y otra vez con las propias falencias reflejadas en rostros distintos. La mayor parte de las personas busca desesperadamente estar en pareja para cumplir con un programa interno que dice que “necesitamos de alguien más”. Este “programa”, deviene de la educación que recibimos y los condicionamientos sociales más que de un impulso propio. Cumplir con un programa no es ser uno mismo… no es ser LIBRE. Y de eso se trata todo…

Pero cuando estamos dispuestos, el camino de la soledad nos revela una vía quizás más rápida de integrar nuestros aspectos masculino y femenino (y al caso, el de la Homosexualidad viene a ser una Maestría). Ya no tenemos de quién depender ni en quien excusarnos. Ya nuestra felicidad no tiene que ver con nadie más que con lo que hagamos o dejemos de hacer NOSOTROS MISMOS. Por lo tanto, es nuestra la total y completa RESPONSABILIDAD, sin escapismos.

Las separaciones dejan a muchos hombres y mujeres ensayando el arte de ser madre y padre a la vez, el sostén material tanto como emocional de la familia. El objetivo de todo esto es siempre el empoderamiento personal, la disolución de los obstáculos internos y el aprendizaje de la integración de nuestras energías masculina y femenina. Respondiendo sintéticamente a la pregunta de: “Por qué tantas parejas se separan en este tiempo?” ésta sería una de las principales respuestas: Estamos en una época que pulsa el desarrollo individual. La crisis económica o el stress no tienen tanto que ver como la necesidad interna no siempre reconocida, de aprender a ser Hombres y Mujeres Completos, hombres y mujeres diferentes a todos nuestros antiguos arquetipos, puesto que el nivel de Libertad y Autonomía que estamos conquistando en todos los planos (emocional, espiritual, mental y físico) no lo hemos experimentado jamás.  Es nuestra primera vez, nuestro privilegio!!!

Luciana Cámpora, escritora
www.lucianacampora.com
Libros y Escritos para el Desarrollo Personal y Espiritual

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