Banner Tuvivienda
Jueves 16 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Viernes 11 de octubre 2013

Almodóvar desde el aire

Por: Gabriel Vargas-Zapata
Almodóvar desde el aire
Foto: theguardian.com

Los amantes pasajeros significa ante todo, la vuelta de Almodóvar a sus inicios: la comedia. Donde todo empezó. Una comedia que mira al cine clásico americano, desde la perspectiva del autor europeo y que al mismo tiempo es deudora del cine español. No diré ya, de la españolada, pero casi (desde la subversión). Todo esto claro, después de haber transitado por lo que muchos denominan una etapa noir, iniciada con la trágica y también autobiográfica, Volver (2006), hasta la perturbadora La piel que habito (2011). En definitiva, es deudora también de su propio cine.

Tras el cambio de tono, nos encontramos con un Almodóvar perdido. Los amantes pasajeros es, como afirma Carlos Boyero, una película tonta, sencilla y probablemente no aspire a más que eso. Una comedia coral compuesta de pequeños momentos divertidos, de risa garantizada, pero desorientada desde el punto de vista narrativo. Claro que estamos ante una comedia refinada. En cuanto a puesta en escena, responde más a una filmografía más reciente, y excesivamente dramática, que a sus primeras comedias (Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, Laberinto de pasiones), donde lo cómico reposa mayormente en la sátira y en lo escatológico. En este caso, el chiste se construye a punta de diálogos, más o menos ingeniosos, pero diálogos al fin.

El aparente vuelo sin rumbo en el que viajan, entre otros, Lola Dueñas, Javier Cámara, Raúl Arévalo, Cecilia Roth; los amantes pasajeros que Almodóvar embarca en una ruta de sexo y amor, un festín de drogas, música y oraciones; no es más que un trayecto hacia la verdad, hacia el encuentro con uno mismo y, en buena medida, un viaje de liberación. Un salto al vacío como afirma Boris Izaguirre.

Con una estructura completamente coral y unas interpretaciones más que correctas, Pedro se esconde en su propio cine para no contar una historia de verdad. Se refugia en el color, en los vestidos rojos, en la estética kitsch, en las intertextualidades y en general, en todas esas características que lo han convertido, según los teóricos, en un autor posmoderno. Allí se siente seguro y es desde donde construye Los amantes pasajeros; disparatada, carente a veces de sentido, que grita en lugar de hablar, que asume pocos riesgos, pero que aun así, resulta divertida y chillante.

Almodóvar demuestra rectitud en su realización, flojea en cuanto a construcción de la historia, logra realzar las interpretaciones con una buena edición, acentúa la estética del color con el acertado grafismo de Javier Mariscal, no abandona su condición de autor, pero sí se entrega al formato comercial y taquillero. Repito, las carcajadas están garantizadas.

Nota publicada en eluniversal.com


Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan