Maduro, los militares y la habilitante

Como se decía antes: ¡los militares deben estar saltando en una sola pata! Y no es para menos. Sin echar un solo tirito, sin conspirar, sin un muerto a cuesta, sin necesidad de jurar debajo de algún Samán de Güere y mucho menos rompiendo a la fuerza el hilo constitucional, los militares se hicieron del poder. Sí señores, así como están leyendo. Los militares dieron "el golpe" y, aunque nos cueste creerlo, nos están gobernando. Y tengo unas cuantas razones que sustentan esta hipótesis que, aunque les parezca descabellada, tiene mucho sentido. ¿O es que acaso los militares no están ocupando todos los cargos importantes de la administración pública? O si no todos, por lo menos los más estratégicos. Es más, estamos tan militarizados que nos amenazaron -y lo han cumplido- con poner a los miembros de la milicia como cajeros de automercados con excusas rebuscadas, cuando la esencia de estas decisiones no es más que amedrentarnos y someternos. Nos están "sembrando" uniformados verde oliva por todas partes. Aaaatención: ¡fiiirmmm!

Seguramente,  desalentaré a quienes todavía creen que la salida de todos nuestros problemas está en un golpe militar. Porque, aunque parezca increíble, aún queda por ahí más de un personaje que sigue anclado en la creencia de que, con regímenes militares o militaristas, se logra la bonanza, la seguridad y la prosperidad que las naciones -en caos, como la nuestra- anhelan. Pero, aquí, con la llegada de Maduro al poder, la fuerza castrense la tuvo facilita: ¿para qué necesitan dar un golpe, si Nicolás es un cheque en blanco?

Cada nuevo anuncio de Maduro, no es más que una confirmación de esta tesis. Estamos militarizados. La reestructuración de la administración pública, le otorga poderes a quienes por mandato constitucional se deben a la obediencia, disciplina y sumisión. Pero, aquí se nos invirtieron los roles: ¡obediencia, disciplina y sumisión es la que está demostrando Nicolás! quien, después de todo, sigue -en apariencia- ostentando el cargo del que aún se sospecha, obtuvo forzosamente. Y es quizá esa una de las razones de tanta sumisión de Maduro: él arrastra una inmensa duda sobre su legitimidad como presidente de la República, a la que se le suma la de su nacionalidad colombiana. Ambos señalamientos lo colocan en una posición de desventaja frente a un grupo que bien pudiera, basado en estas sospechas, deponerlo del cargo. Entonces: ¿no podrían los uniformados tener chantajeado a Maduro, conscientes de que estará a merced de sus caprichos? Suficientes razones para que Nicolás le deba su lealtad a los militares: a los de aquí y a los de Cuba.

Y para que sigan contentos ¡pero bien contentos! les otorga un aumento salarial del 60%. Obvio que con la inflación que tenemos, es necesario -casi mandatorio- que el aumento permita cubrir "las necesidades básicas" del estamento militar. Con lo que no estoy de acuerdo es que, mientras un coronel desde el primero de octubre pasa a ganar más de Bs. 14.000 mensuales; el ciudadano común, el que percibe sueldo mínimo y brega todo el día -desde bien temprano- con una realidad que lo golpea por todos los costados, recibirá un incremento en su salario que, aún sin haberse hecho oficial, ya no le alcanza para nada.

Por cierto, y a propósito de este aumento salarial, a todas estas no se sabe -a ciencia cierta- cuál será el impacto del incremento sobre el salario mínimo militar, porque es un misterio cómo se clasificaron los grados castrenses. Lo sensato, lo procedente en estos casos, es que el gobierno tiene que ofrecer las listas de los efectivos con el ajuste. Es pertinente conocer el número exacto de miembros que tiene la FANB, para poder determinar la verdadera incidencia económica de esta orden y además que se clarifique si la misteriosa milicia nacional bolivariana también está incluida en este aumento.

Están mandando y están a sus anchas. Están incrustados en todos los estados mayores recién formados: el eléctrico, el de las fronteras, el de la salud, el de la economía, el internacional. Conclusión: están haciendo de las suyas, en las buenas y en las malas ¿o no es suficiente evidencia que haya narcomilitarotes involucrados en el caso de la droga que viajó por Air France y que aún no tengamos ni respuestas ni culpables? Bueno, es probable que la solución de este acertijo se encuentre en La Habana.

Así que: ¿para qué necesitan los militares dar un golpe si manejan a Maduro como una marioneta? Los castrenses que ocupan importantes posiciones de poder están haciendo gala de sus destrezas como ventrílocuos. Nicolás es sólo el vehículo, el muñeco, a través del cual están logrando sus objetivos, sin ni siquiera portar una Kaláshnikov o detonar una granada fragmentaria. Pronto recibirán la habilitante para seguir gobernando, manipulando a Nicolás para que a través de su boca y figura, se impartan todas las órdenes que tanto ellos como los Castro están orquestando.

Nota publicada en eluniversal.com