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REDES SOCIALES
Lunes 14 de octubre 2013

Crisis de la educación no sistémica

Por: César Sánchez Olivencia (*)
Crisis de la educación no sistémica
Foto: Difusión

¿Cuándo se jodió la educación peruana? ¿Qué pasa hoy día con la educación en el Perú? ¿Qué futuro espera a los que han nacido hace 36 meses? ¿Piensa usted que  la educación peruana es de buena calidad?... ¿Regular?... ¿Mala?... ¿Pésima? “En qué momento se jodió el Perú”, como dice Luis G. Lumbreras. Muchísimas preguntas que constituyen la frustración histórica del sistema educativo.

La respuesta es indignante. Juzgue Ud. mismo si tiene salud y educación para hacerlo. Se observa que el capital humano no tiene valor para el Estado durante muchas décadas. En general los profesionales son pobremente calificados y no pueden competir en un nivel planetario. Su productividad es una variable dependiente del bajo nivel de educación.

La razón de fondo es que la educación peruana no se ha fundado sobre una doctrina de desarrollo humano, que involucre a la sociedad en su conjunto. Solo marcha al ritmo del índice del éxito personal. Los privilegiados que alcanzan un diploma en EEUU o España pueden ser los reyes del Perú. Aquí viene la frase: “en el país de los ciegos el tuerto es rey”.

El Estado tiene carta libre para actuar

Al Estado miope y anémico no le interesa la educación de las mayorías. Por eso se asigna solo un 3% del presupuesto. No se intenta mejorar a la universidad peruana.   El artículo 58° de la Constitución de 1993, dice: “La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado. Bajo este régimen el estado orienta el desarrollo del país y actúa especialmente en las áreas de promoción de empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura.”
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 
¿Conforme? Entonces el Estado tiene autorización constitucional para hacer bien las cosas por lo menos en educación y salud. Tienen que ir de la mano porque no hay buena educación si no hay buena salud. El sector privado no se le va a ir encima al Estado. Se puede brindar salud y educación de nivel A1 sin despertar las iras de los mercaderes del templo. ¡Calma¡ Se puede hacer un buen trabajo y cosechar los aplausos del Poder. Ya lo hicieron los “Tigres del Asia”.

Sin exagerar, diremos que la educación es pésima en oportunidades. Esto afecta a millones de peruanos que carecen de apoyo para realizar estudios superiores de calidad A1. Hablamos de la educación de las mayorías, como lo hace Finlandia. Que conste que Finlandia tiene economía capitalista, y es uno de los países con mejor nivel de vida de Europa. Nada de echar el grito al cielo.

El expresidente Toledo estudió en Stanford, y  Fulana de Tal por Cual es Bachelor, Magister y Ph.D. de Harvard university. OK. Son  excepciones a la regla: Es muy difícil que la población de los niveles socioeconómicos C, D y E: el 91% de peruanos, (27 millones 300 mil), puedan acceder a una educación de nivel A1. Debemos hacerlo porque la productividad podrá aumentar si el acceso a la educación de calidad mejora en el Perú.

La mejora de la educación aumenta la productividad

Ha sido el propio  ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, -un correcto neoliberal-quien ha  lamentado  el nivel de productividad empresarial del país, “que es solo 20% si la comparamos con organizaciones de Estados Unidos”. Enfatizó que el mayor déficit está en la microempresa y pequeña empresa, que da empleo al 80% de trabajadores del país.

Anunció el titular del MEF que “el gobierno implementará políticas educativas y de capacitación para elevar la productividad, así como diversas medidas para mejorar el ambiente de negocios y el acceso al mercado”. Señaló que para elevar la productividad se requería más innovación y creatividad en el país. ¿Entonces qué esperamos?

¿Por qué no contratamos a León Trahtemberg?

Coincido con el educador Leon Trahtemberg cuando enfatiza: “Urge que el Perú aproveche la temporal bonanza económica para hacer reformas cruciales para su sustentabilidad socioeconómica, empezando con la educativa”. Pensamos que se debe identificar al menos una fortaleza en torno a la cual focalizar esfuerzos por desarrollar ciencia, tecnología, patentes y recursos humanos altamente calificados, “que nos coloquen en el mapa mundial de la excelencia científica”.

Por supuesto que no se “produce” profesionales del más alto nivel en el corto plazo. Así lo explicó -por ejemplo- Jorge Cortez Cumpa, Director del Pregrado de la universidad ESAN: “No se puede producir profesionales en menos de cinco años. Posicionar en el mercado laboral a los profesionales es un proceso de largo plazo”. Trahtember  explica que debemos construir el piso y el techo al mismo tiempo con procesos innovadores. Es decir actuar para el corto y el mediano plazo.

Es necesario aplicar  las propias leyes del capitalismo, para alcanzar el desarrollo con inclusión social,  como lo hace China en su economía globalizada. El economista británico de principios del siglo XX, John M. Keynes advirtió: “Junto con el desempleo involuntario, la generación de una distribución tan inequitativa de la riqueza y el ingreso, constituyen el gran defecto del capitalismo”.

Educación con inspiración  sistémica y holística

¿Cuál es la doctrina que debe impulsar la reingeniería educativa en el Perú?: El pensamiento sistémico y holístico aplicado a la enseñanza universitaria, tal como propone la UNESCO. He aquí la praxis del pensamiento holístico: impulsa al individuo a una búsqueda con mayor profundidad a través de la educación permanente. Considera que todo lo que se enseña y aprende es intersectorial, transversal y multidiscipinario.  “Todos aprendemos de todos en todo momento de todo”.

El aprendizaje es continuo, como dice Peter Senge,  porque siempre establecemos relaciones de lo que se sabe con lo que se desconoce, lo cual arroja resultados que nuevamente pueden relacionarse con otros, al mismo instante y con resultados frecuentemente impredecibles. Aquí la “estrella” de la película es el cerebro humano.

Los hemisferios izquierdo (“de la lógica”) y  derecho (“de la creatividad”) deben conectarse e interconectarse a través de la sinapsis. El problema es que para “estudiar con el cerebro” se necesita de buena salud. De lo contrario cualquier propuesta educativa solo es un engañabobos. Por eso afirmamos que se debe emprender el desarrollo de la salud y la educación como prioridad de las políticas públicas del Estado.

Hasta fines del siglo XX se aceptaba que nuestros pensamientos y descubrimientos eran como una cadena lineal. Una relación de causa-efecto, uno tras otro. (Si A entonces B) Así de simple fuera del tiempo y del espacio, como si no existieran.  Por fin estamos aceptando que el pensamiento y la realidad es una complejidad ilimitada. El aprendizaje continuo se sustenta en las infinitas combinaciones de nuestro pensamiento y emociones. La realidad es un curva espiral.

Ya se sabe lo que se debe hacer. ¿Entonces por qué algunos políticos piensan que la educación es tan simple como aumentar a los maestros e implantar 16 colegios emblemáticos? Al Estado  le toca un trabajo muy complejo: educar para mejorar. Debe hacer lo que se ha dejado de hacer por pereza intelectual. Ya no queda mucho tiempo. (Tampoco para la inclusión social) No perdamos el último vagón del tren de la historia.

(*) Miembro de la Red Peruana de Divulgadores Científicos

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