Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
César Gutiérrez Peña, autor de estas líneas
Lo ocurrido el sábado pasado en Piura, donde ha habido una movilización ciudadana que ha tenido como tema de fondo la exigencia de la ejecución del proyecto de modernización de Refinería Talara, de propiedad de Petróleos del Perú SA (Petroperú), no es para soslayarlo; a pesar que los medios dominantes del mercado de la información no solo han tratado de minimizarla, sino de desacreditarla a nombre del aprovechamiento político de grupos que aspiran tomar posiciones expectantes en las elecciones locales y regionales del próximo año.
Es innegable que en todo acto de masas siempre habrá interesados en obtener rédito, es parte de la política misma, pero cuando en una región hay malestar por diversas causas, intentar desmerecer la jornada porque intervienen movimientos que tienen como meta alcanzar el poder, no solo es faltar a la verdad sino ignorancia en grado excelso.
Piura tiene en esencia tres temas donde le sobran razones para indignarse: inseguridad ciudadana, malestar de los trabajadores petroleros de la zona por los bajos salarios que pagan los contratistas y por las expectativas creadas a los agentes económicos por los trabajos de la modernización de Talara y que se sienten engañados. A estas alturas, el tema de la refinería se convertirá en el estandarte para una revuelta, donde la frustración por todo lo no atendido se desembalsará. Esto deben tenerlo muy en cuenta en la Casa de Pizarro.
La salida la tiene el ministro de Economía y Finanzas, Miguel Castilla, esa es una realidad innegable, en su cartera está el entrampamiento ex profeso. Decida usted señor ministro: ¿quiere ley para cubrirse las espaldas? Propóngala; ¿está en desacuerdo con las cifras de construcción? Dígalo y si quiere que la construcción se haga previo concurso y no por acuerdo de partes, como lo dice el contrato, exíjalo; ¿está en desacuerdo con un posible aumento de capital y de otorgar garantía soberana a la deuda de Petroperú? Manifiéstelo; pero basta ya de su actitud dilatoria para que el proyecto se caiga por cansancio.
La pareja Heredia-Humala tiene que tener en cuenta que las fuerzas vivas de la región Piura no van a dejar pasar por alto la promesa incumplida, demasiadas expectativas crearon, es imposible olvidarlas.
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