En un acto público, el presidente Ollanta Humala ha evocado la intentona golpista de Locumba, del 29 de octubre del 2000, como una gesta por la democracia y la libertad. Este es un mito humalista que se repite desde hace años y que es necesario desmitificar con la verdad.
En primer lugar, el año 2000 Humala despotricaba contra el sistema democrático y predicaba una doctrina que él, su hermano Antauro y su mentor ideológico y padre, Isaac Humala, definían como una mezcla de “marxismo-leninismo-velasquismo-pensamiento tahuatinsuyano”; una mazamorra ideológica racista, estatista y totalitaria.
Tras ser indultados en diciembre del 2000, los hermanos Humala retomaron su proyecto antidemocrático y su prédica totalitaria a través del panfleto “Ollanta”. Y el 2005 volvieron a las andadas intentando derrocar al gobierno de Alejandro Toledo. Autauro se culpó de la nueva intentona para librar a su hermano, pero millones de peruanos escuchamos por radio la proclama de Ollanta en apoyo a la aventura golpista.
El 2006, Ollanta Humala se convirtió en el candidato del chavismo latinoamericano en el Perú. Desde Venezuela llegaron chorros de dólares para financiar su campaña electoral, en la que ofreció regresar al estatismo que hundió al Perú en la más atroz pobreza.
¿De qué gesta libertaria y democrática puede hablar entonces el señor Humala, refiriéndose a Locumba?
Además, hay indicios de que la intentona fue un montaje de Vladimiro Montesinos para cubrir su fuga en el velero Karisma, que se produjo el mismo día. En el registro de llamadas del teléfono satelital de Montesinos se halló una llamada recibida desde la base de Locumba, el día de la “rebelión”.
Otros indicios: Quien destacó a Humala a Locumba fue el general Abraham Cano Ángulo, hombre de confianza de Montesinos. No hubo preparativos propios de una rebelión, Humala no habló con sus colegas cuando se suponía que debía convencerlos de sumarse a la “gesta”.
De los 15 oficiales, 30 suboficiales y 150 soldados que había, se “alzó” con un suboficial y 20 solados a quienes les dijo que harían ejercicios militares. Al enterarse de lo que se trataba, la tropa desertó y Humala se quedó casi solo refugiándose en una iglesia en las alturas de Moquegua. ¿Qué clase de rebelión fue ésta?
Hace poco el ex presidente Alan García dio a conocer que un asesor de Humala, Eduardo Roy Gates, sería un asiduo visitante de Montesinos preso.
Tales antecedentes, su candidatura del 2006 abiertamente chavista, la reelección conyugal, el afán de perseguir política y judicialmente a sus opositores, su actitud belicosa constante hacia las fuerzas democráticas, y su política de doble cara con la inversión privada (discurso a favor, actos en contra), hablan de las “credenciales democráticas” de nuestro presidente.
Ollanta Humala ha respetado hasta ahora las formalidades democráticas, pero su estilo de gobierno beligerante y su conducta política ambigua dejan abierta una gran duda ¿Su camisa blanca de hoy es sincera, o la usa solo para cubrir el polo rojo chavista?