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Miércoles 06 de noviembre 2013

Nicolas ¡con Chávez se vivía mejor!

Por: Thays Peñalver
Nicolas ¡con Chávez se vivía mejor!
Foto: thecalibre.in

Empieza a oírse por las calles, en las escaleras de los barrios, en los carritos por puesto: "Con Chávez se vivía mejor". Una frase convertida en la razón por la que Maduro perdió 1.190.974 votos del universo de inscritos y que 700 mil chavistas votaran por la oposición.

En fin, que mientras se empieza a escuchar que "con Chávez se vivía mejor", las explicaciones económicas del gobierno suenan como las de un padre desesperado que no tiene como llegar a fin de mes, mientras empeña las joyas (hipoteca un oro a la baja), registra las gavetas y los bolsillos mientras pide préstamos urgentes (China) y endeudado a tope también pide fiado (imprime billete) soñando con ganarse el loto. Pero como sucedería con ese padre, el problema no trata sobre llegar a fin de año, sino lo que pasará en 2014 cuando continúe sin tener como afrontar el próximo mes, sin poder colocar y vender 900 mil barriles y por si fuera poco con el resultado de la batalla campal en EEUU con los últimos barriles venezolanos, los del Puerto Arthur. Por no hablar de la barbaridad del pago de los arbitrajes de Connoco y compañía.

Por eso se equivoca quien piense que nuestro problema es la "incertidumbre". Todo lo contrario, nuestro problema es precisamente la "certidumbre" de quienes les han devaluado la moneda año tras año, de 566 bolos a 6.300 y sabemos que será mucho más. La certidumbre de quien tenía en una cuenta de ahorros sus prestaciones hace 4 años, ganó el 54% de intereses y el 124% de inflación se comió todo su dinero. La certeza de saber que su medicina no estará en los anaqueles cuando la requiera y que sabe que conseguir el dólar al precio que sea, saldrá regalado en unos meses.

Todos, menos el gobierno, tenemos la certeza de que enfrentaremos la inminente "doble" devaluación (oficial y permuta). Sabemos que estirarán la arruga de la oficial para que el "mayor salario mínimo de Latinoamérica" no quede en el último puesto de un plumazo. Tenemos la certeza de que van a restringir aún más la oferta de Cadivi y entregarán el dinero en un nuevo modelo que le asegure más bolívares al gobierno. Y sobre todo sabemos que en el 2014 volverá el círculo vicioso cuando Maduro vuelva a devaluar "secretamente" en Carnavales o Semana Santa mientras estemos en la playa, luego aumentará el salario en proporción en mayo, mientras se desborda la inflación en junio y vuelvan a aumentar el salario imprimiendo billetes, hasta llegar al 2015 culpando a todo el mundo, si es que queda alguien en pie a quien culpar.

Tenemos la plena certeza de que el gobierno se dispone a incendiar la pradera, acelerando un socialismo que solo existe en la cabeza de una docena de comunistoides del jurásico. Un socialismo que solo existe en Miraflores y dos edificios más, mientras la verdadera Venezuela transcurre a unas estaciones de metro, en los barrios (apoyo efímero del chavismo) donde ya el neoliberalismo salvaje pasó de moda y hoy se imponen los libertarios de Murray Rothbard y la Escuela de las Vegas, haciendo "Fiestas de Negocios mientras que el verdadero representante del "hombre nuevo" realiza "corros de valores" en las cárceles que harían palidecer al Gordon Gekko de la película Wall Street. Jóvenes, que gracias a la "construcción moral del hombre nuevo" superaron por mucho a Pablo Escobar porque a los 20 ya tienen el control de su propia cárcel, zoológicos. (Como para muchos de la clase media profesional son los bolichicos y boliburgueses, extraordinariamente descritos por Luis Vicente León en su artículo del sábado).

La certeza de saber que viene una ley Habilitante, en la que no pocos aduladores de oficio con trajes exquisitamente cortados y elegante lenguaje constitucional "con sistema de bandas", nos explican que unos poderes que nacieron para afrontar emergencias extremas y que conceden nada menos que "poderes dictatoriales", son algo de lo más normal y que usarlos, de la misma manera que Adolf Hitler en 1933, es vital para la economía y el desarrollo. Sin detenerse en pequeñeces como que no parten de la legitimidad de la mayoría, sino de la salvajada de enjuiciar a 3 diputados opositores y sin importar que lleve a una inseguridad jurídica aun mayor, porque de nuevo viviremos otros 12 meses en los que ni inversionistas extranjeros, ni locales, ni cualquiera ama de casa invertirán un centavo, porque tienen la certeza que cambiarán las reglas del juego económico, con la estupidez de la "aceleración del socialismo".

La misma certeza de saber que viviremos en una economía en la que el niño llora porque está enfermo y la mamá ya no lo pellizca, sino que se dispone a propinarle una golpiza. Mientras los políticos nuevamente le dan la espalda a la gente que empieza a murmurar que ¡Con Chávez se vivía mejor! Una frase que parece ingenua, pero que no es otra cosa, que la amenaza de un pueblo, con el que con toda certeza, no se debe jugar.

Nota publicada en eluniversal.com


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